Una gran ovación recibe al Rey en su vuelta a la Universidad 30 años después

Centenares de jóvenes alumnos de la facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid esperaban impacientes la llegada de uno de sus estudiantes ilustres: el actual Jefe del Estado, que entre 1988 y 1993 estudió entre estas paredes. Cuando todavía no había entrado el Rey en el edificio, los fuertes aplausos ya se escuchaban desde el interior de la facultad, que con su entrada se convirtieron en una calurosa bienvenida al Monarca, que en todo momento lució una tímida sonrisa en su boca.

No es para menos, regresar a la Universidad siempre trae al recuerdo grandes experiencias. Así lo explica Virginia Maté, una de las antiguas compañeras de clase del Rey Felipe VI, que en una conversación distendida reconoce que Don Felipe "era uno más". "Siempre se sentó en el mismo pupitre al principio del aula", explica. De aquellos días entre libros, recuerda que Don Felipe formulaba buenas preguntas "que demostraban su buena preparación", asevera. No es la única que subraya la normalidad con la que el hoy Rey, entonces Príncipe de Asturias, se desenvolvía por la Facultad. Francisco Echeverría y Raúl Cancio explican, entre risas, que "era uno más, pero en las monedas estaba su familia". Ambos recuerdan cierto revuelo en la Facultad durante los primeros días del curso académico por las medidas de seguridad en torno al Rey. Sin embargo, con el paso de las semanas, la absoluta normalidad caracterizó la formación universitaria del actual Jefe del Estado. Sería, eso sí, finalizada la carrera cuando muchos de los alumnos, que hoy acompañaron al Rey en este emotivo acto, conocieron que dos de sus compañeros era, en verdad, personal de seguridad del Monarca.

A su entrada en la Universidad, Felipe VI saludó a sus antiguos profesores y a una representación de la Universidad, entre ellos, el ministro de Universidad, Joan Subirats. A continuación, se dirigió a una de las aulas de la Facultad donde se fotografió con sus profesores y compañeros, algunos con los que cenó la noche anterior. Posteriormente se trasladó hasta el Aula Magna Francico Tomás y Valiente, donde se llevó a cabo el acto institucional, y donde se recordó a todos aquellos que ya no están entre nosotros.

Alberto Tomás, compañero del Rey en aquellos años y encargado de pronunciar unas palabras, insistió en que "durante años, el Príncipe de Asturias fue simplemente Felipe". Durante su discurso enumeró algunas de las anécdotas de la promoción, como las fiestas de los jueves, las escapadas a la cafetería o el examen de administrativo, sin duda, la asignatura hueso para todos los presentes. "Podéis traer todos los libros que queráis", recordó, desatando las carcajadas del auditorio. "Es un símbolo de unidad, no solo de este grupo sino de toda España", le dijo al Rey antes de finalizar su alocución.

El Rey durante su turno echó la vista atrás y le dijo a los presentes que "volvemos después de tres décadas. No cabe duda de que la etapa universitaria es un punto de inflexión... lo fue también para mi aunque tuviera un futuro... digamos más que previsible", empezó Felipe VI. Unas palabras que desataron las risas entre los presentes. Recordó a sus grandes maestros, entre ellos, Aurelio Menéndez, su tutor durante la carrera o Francisco Tomás Valiente, "cuyo asesinato a manos de ETA nos conmocionó a todos", rememoró el Jefe del Estado, que también rememoró que con él se enfrentó a su primer examen oral. Añadió que su pasó por la Universidad "me fomentaron aun más la capacidad por saber".

En este punto, el Monarca también aprovechó para subrayar la importancia de la Universidad: "Es inconcebible una sociedad, no solo culta, instruida, formada, sino también libre, sin una Universidad robusta". Asimismo, recordó que la exigencia de responsabilidad, social y ética de las Universidades, "cuya función docente contribuye a la transformación de la realidad social".