La Guardia Civil investiga el hallazgo de un fusil en casa del general del "caso Mediador"

El pasado 14 de febrero cuando los agentes del Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil entraron en las tres casas propiedad del general Francisco Espinosa Navas no sólo encontraron más de 60.000 euros en efectivo repartidos en un armario, también se sorprendieron ante el hallazgo de un fusil del que «no ha sido posible determinar la procedencia lícita del arma». Por eso, los investigadores solicitaron a la jueza del «caso Mediador» que les dejara ampliar el registro por un posible delito de tenencia de arma ilícita.

El registro de una de las viviendas, la de Sevilla, terminó a las 14:51. La Policía fotografió allí un arma de fuego «tipo fusil» en una bolsa colocado al lado de una estantería. Al dudar sobre su procedencia -el general se había jubilado en 2021- pidieron una ampliación del registro con la que la Fiscalía estuvo de acuerdo y que la magistrada concedió. según la documentación que consta en el sumario.

«En el transcurso de la diligencia de entrada y registro se produce el hallazgo casual de un arma de guerra, siendo un subfusil marca STAR modelo Z-45 calibre 9mm, con número de serie [...] y número de serie de la Guardia Civil [...], junto con dos cargadores», señala un informe del Instituto Armado al que ha tenido acceso este periódico. Los agentes registraron tres viviendas propiedad del guardia civil jubilado. Espinosa Navas tenía tarjetas de oro y de plata de la compañía aérea Royal Air Maroc y de Iberia, por ejemplo, y en la incautación se llevaron libretas, pendrives, ordenadores y todo tipo de archivos.

En la intervención que se hizo en la casa de Madrid, en la calle Príncipe de Vergara, los investigadores habían hallado una gran cantidad de dinero en efectivo: 30.250 euros en billetes de 50 en una caja de zapatos, 2.400 euro en otro cajón y otros 28.460 euros en una caja.

De la tercera vivienda, situada en una urbanización de Punta Umbría, en Huelva, el Servicio de Asuntos Internos salió con las manos vacías. Allí no había nada relevante para el caso que indaga en la corrupción que, presuntamente, fue liderada por el exdiputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes Curbelo, su sobrino y este general de la mano del conocido como «mediador», Antonio Navarro Tacoronte. Además, el mismo día que detuvieron al general la Policía hizo lo mismo con una decena de empresarios que, supuestamente, pagaron mordidas a esta red.

Anotaciones en casa de un empresario para «Papá»

En casa de uno de ellos, del empresario José Suárez (alias «José drones») por su trabajo en el mundo de estos dispositivos voladores encontraron anotaciones sobre pagos a Espinosa Navas, a nombre de «Papá» como lo hacían llamar. En concreto este fue uno de los motivos por los que el fiscal pidió prisión provisional para el general y, actualmente, es el único que está entre rejas.

La relación entre José Suárez y el guardia civil retirado está en el foco porque cuando Espinosa Navas ocupaba un alto cargo en la FIIAPP (un organismo que se nutre de proyectos de pacificación subvencionados por la Comisión Europea) recibió varios contratos del organismo. Por eso, la magistrada ha remitido un oficio a la FIIAPP para aclarar este extremo.

La jueza solicitó el pasado 17 de febrero que «se identifiquen a las personas físicas que efectuaban las comunicaciones telemáticas y de gestión de los diferentes contratos entre la mercantil Asesoramiento y Servicio de Drones S.L. (propiedad de «José Drones») y la FIIAPP. En concreto, se trata de unos proyectos en Mauritania y en Níger por un valor total de 2.351.278 a lo largo de cuatro contratos entre 2020 y 2021.

La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Tenerife preguntó directamente por esto a Espinosa Navas cuando le tomó declaración:

- ¿Usted nunca facilitó información de estos contratos a este empresario?

- No facilité información porque yo no tenía la información

Suárez es uno de los empresarios que, según consta en las diligencias del «caso Mediador» pagaba comidas a los responsables de la trama. La togada también quiso saber cómo tenía tanto dinero en efectivo en su vivienda. «Yo he ganado mucho dinero en mi vida profesional», explicó. Habló de salarios de 14.000 euros mensuales en sus diferentes puestos. Una parte de lo encontrado eran ahorros, otra parte lo sacó «durante la pandemia que pensábamos que se iba a acabar el mundo» y, por último, algo más fue debido a que vendió un Rolex y le dieron 17.000 euros en metálico, dijo.

Cabe recordar que la jueza está pendiente de recibir una información de Bélgica para saber si el general esconde allí dinero no declarado al fisco español.

Su pidió que se acordara su salida de prisión, dado que es el único que está en la cárcel de forma provisional. La jueza Ángeles Lorenzo-Cáceres se lo ha denegado argumentando que hay «riesgo real de destrucción de pruebas», como dice la Fiscalía.