Corrupción

Guardias civiles, contundentes: “ceses, tricornios y cuarteles han tapado cocaína prostitutas y diputados”

Se quejan de la falta de "posicionamiento oficial de nuestra Dirección General"

Patrulla de la Guardia Civil
Patrulla de la Guardia CivilGuardia Civil

“Ceses, tricornios y cuarteles han tapado, cocaína prostitutas y diputados”. De esta manera define la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) la situación creada por los últimos casos de presunta corrupción. “Ante la falta de posicionamiento oficial de nuestra Dirección General, ya que el único mensaje que se traslada la ciudadanía desde el Ministerio del Interior es en forma de ceses de guardias civiles, reclamamos, sin cortapisas, que se vele y preserve el buen nombre de la Guardia Civil”, subrayan.

“No nos toca a nosotros defender ni juzgar a ningún compañero, máxime cuando, en teoría, eso se está haciendo en el contexto de un procedimiento judicial. No nos toca a nosotros, defender ni juzgar en base a publicaciones (objetivas o no) en los medios de comunicación. Pero como asociación, sí nos toca defender la honorabilidad de la Guardia Civil”, agregan.

Con respecto a las investigaciones en marcha, afirman que “defendemos y elogiamos a nuestros compañeros del Servicio de Asuntos Internos. Recordamos que todo lo que se está sabiendo de lo que, presuntamente, ha ocurrido dentro de la Guardia Civil, lo están investigando profusamente guardias civiles. Hemos sido testigos de que ocurre lo contrario con partidos políticos y otros actores sociales, cuyos esfuerzos, desde el principio del escándalo, ha consistido en evitar desde todos que la crisis les arrastre, sin más escrúpulos. Y ahí tenemos que reconocer que son maestros. Son conocedores de que, un escándalo tapa a otro escándalo. Y saben que, a la Guardia Civil no se le tapa, se le atrapa. Quizás por eso, porque a la Guardia Civil se le atrapa, ningún juez que está instruyendo las causas, que igual no ven cómo van apareciendo, parcial y torticeramente, en los medios de comunicación, no actúe ante la flagrancia del delito de revelación de secretos”.

“De esa manera --añaden--, quizás cesa la sangría mediática que estamos sufriendo. Y así nos vemos ojipláticos cada mañana ante portadas y titulares. Víctimas, como guardias civiles de un goteo de filtraciones que actúan como carga hueca en la imagen de nuestra querida Institución. Pero, a su vez, nos vemos orgullosos de ser guardias civiles, atrapados, pero conscientes de cómo nos la están colando”.