
Inmigración
Guerra en el seno del Gobierno por las pateras en Baleares
Guardia civiles denuncian que Salvamento Marítimo no cumple con los protocolos acordados para atender a los migrantes

La crisis migratoria de las pateras que sufre Baleares está provocando que los funcionarios estén al límite. Guardias civiles han reprochado la actitud de Salvamento Marítimo porque acuden tarde a las llamadas de las embarcaciones. Denuncian que el protocolo está fallando. Una confrontación que tendrán que aclarar los dos responsables de estos organismos: Fernando Grande-Marlaska y Óscar Puente.
Los agentes han salido a la palestra para denunciar la "situación crítica y reiterada de abandono, falta de medios y graves deficiencias". Critican que Salvamento Marítimo tarda hasta siete horas en acudir a los avisos para auxiliar a estas personas.
Para argumentar estas situaciones, los componentes del Instituto Armado relatan un ejemplo que han vivido en los últimos días. El pasado 18 de agosto, una patera tocó tierra en Cabrera a las 16:30 horas. A pesar de que su llegada fue confirmada por el sistema SIVE y por varias llamadas al 112 realizadas por los propios inmigrantes, Salvamento Marítimo no acudió hasta las 23:30 horas, más de siete horas después.
Durante ese tiempo, los 14 ocupantes de la embarcación quedaron desatendidos en condiciones extremas de cansancio, sed, hambre y desesperación. Dos de ellos necesitaron asistencia sanitaria tras sufrir vómitos, mientras que otros protagonizaron enfrentamientos fruto de la tensión acumulada, según ha explicado la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).
La situación no se quedó ahí. Se fue agravando, ya de madrugada, cuando entraron en la zona tres pateras más. En esos momentos, solo había dos agentes en servicio y una embarcación disponible. Tuvieron que salir inmediatamente a interceptarlas quedando en tierra solo un guardia civil y tres militares para custodiar a 14 personas. El rescate no se completó hasta las 03:00 horas, casi once horas después de la primera alerta.
"Abandono prolongado de inmigrantes"
Para la AUGC este relato no es un hecho aislado. Un patrón que se repite: abandono prolongado de inmigrantes en condiciones críticas y agentes obligados a jornadas inhumanas de más de 24 horas, sin respaldo ni medios suficientes.
Todo ello, mientras recursos marítimos permanecen infrautilizados en otras islas. Consideran incomprensible que en Formentera, donde llegan la mitad de pateras que en Cabrera, se concentren más medios, como el buque "Segura", la "Río Gallego" y una goma, que permanecieron ese mismo día sin apenas actividad.

"Queremos dejar claro que nuestra denuncia no va dirigida contra los tripulantes de las Salvamar y Guardamar, profesionales que cumplen con su labor con responsabilidad y eficacia. Ellos actúan siempre que se les activa", añaden. A su juicio, el problema reside en las decisiones del Centro Coordinador de Salvamento Marítimo, que retrasa o incluso niega salidas pese a disponer de llamadas de emergencia al 112 y de datos contrastados por el sistema SIVE.
AUGC considera que existe un "doble criterio" ya que en una reunión reciente en Menorca, los responsables de Salvamento Marítimo se comprometieron a intervenir de inmediato ante cualquier llamada al 112. Sin embargo, la "realidad demuestra lo contrario": cuando la llamada procede de un inmigrante, se exige la verificación previa por parte de la Guardia Civil, aunque ello suponga perder horas decisivas.
En cambio, cuando el aviso procede de un velero fondeado en Cabrera, la respuesta es inmediata: se activa incluso un helicóptero de rescate sin demora, y a veces sin informar a los agentes desplegados en la zona. "¿Qué pasaría si en cualquier otra emergencia, por ejemplo, una ambulancia, se decidiera acudir solo después de comprobar personalmente si quien llama es inmigrante o turista? La indignación sería general y se hablaría de un trato desigual difícilmente justificable", se preguntan.
Un trato "discriminatorio"
Desde AUGC Baleares denuncian que se está aplicando un criterio que en la práctica resulta discriminatorio, al dar prioridad a embarcaciones de recreo sobre seres humanos que piden auxilio. "Esta política no solo compromete vidas, sino que además deja a los agentes en situaciones de riesgo inaceptables por falta de medios y de apoyo", añaden.

Por todo ello, los guardias civiles exigen el cumplimiento inmediato del compromiso asumido por Salvamento Marítimo de intervenir ante cualquier llamada al 112, sin excepciones ni demoras. La dotación urgente de medios humanos y materiales para el control y rescate de pateras en Baleares, especialmente en Cabrera, la isla que registra el doble de llegadas que Formentera.
Además, solicitan un protocolo único, claro y equitativo de actuación ante emergencias, que no establezca diferencias en función de la nacionalidad o la condición de quien pide ayuda. De igual forma, piden la depuración de responsabilidades políticas y operativas en quienes, por acción u omisión, ponen en peligro tanto a los inmigrantes que llegan en pateras como a los propios agentes de Baleares.
En definitiva, esta confrontación de ambas entidades públicas tendrán que ser subsanadas por sus correspondientes responsables. Marlaska y Puente. Salvamento Marítimo está bajo los mandos del Ministerio de Transportes.
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