Encuesta electoral
Encuesta electoral: El PP se hace con Valencia y Sevilla y el PSOE gana en Barcelona
Juan Mari Aburto (PNV) revalidaría su Alcaldía de Bilbao y Collboni gana en Barcelona, por delante de Junts
Las elecciones municipales y autonómicas suponen la primera parada electoral de este 2023. Una foto fija que permitirá repartir una nueva mano de cartas a los partidos y certificará las tendencias que, hasta ahora, solo dibujan de manera anticipada las encuestas. Son unos comicios tan pegados al territorio –envueltos en dinámicas locales– que su traslación al ámbito nacional se torna perversa, pero sí servirán para dar un impulso a las aspiraciones de unos, si existe o no el jaleado «cambio de ciclo», y disparar las alarmas de aquellos a los que las urnas les den la espalda.
La encuesta de NC Report centra hoy el tiro en cinco de las grandes ciudades, un buen termómetro para testar el pulso electoral en las urbes más pobladas. Resulta sintomático que el PP volvería a conquistar Valencia y Sevilla, arrebatando a la izquierda dos feudos clave y con importante impacto en las elecciones generales; por su parte, el PSC estaría en condiciones de gobernar en Barcelona y tanto Juan Mari Aburto (PNV) como Paco de la Torre (PP) mantendrían, sin complicaciones, sus gobiernos en Bilbao y Málaga, respectivamente.
Collboni gana Barcelona
Golpe al tablero en Barcelona. Los socialistas estarían en condiciones de conseguir uno de sus objetivos en estas elecciones. El PSC se convertiría en la fuerza más votada, por delante de Junts, con 11 escaños. Xavier Trías logra doblar la representación que los postconvergentes consiguieron hace cuatro años, pero estos 10 asientos no le aseguran el bastón de mando. Quien deberá cederlo es la actual alcaldesa, Ada Colau, que arrastra un importante desgaste y sería ahora la tercera opción con ocho ediles; los mismos que conseguiría ERC.
Con este equilibrio de fuerzas, Jaume Collboni estaría en condiciones de gobernar en la ciudad condal y jugará sus bazas para hacerlo en solitario. El PSC no quiere un acuerdo con comunes y republicanos ni tampoco parece que estos se avengan a facilitarle el camino, por lo que la opción más probable pasaría por un cambio de cromos con Junts en la Diputación de Barcelona, anteponiendo el objetivo de arrinconar a ERC que une a ambos partidos. El PP lograría doblar sus ediles, hasta los cuatro, a costa de un Ciudadanos que se queda sin representación. Tampoco conseguirían entrar Vox ni la CUP.
El PP recupera Valencia
La Comunidad Valenciana será uno de los puntos de atención durante la noche electoral del 28-M. Desde la óptica autonómica será decisiva para calibrar el vuelco electoral y a nivel municipal, el PP sería el partido más votado, lo que le permitiría arrebatar la alcaldía a Compromís y a Joan Ribó. Los populares ganarían con 13 escaños, cinco más que en 2019, lo que sumado a los cuatro de Vox les permitiría alcanzar la mayoría absoluta de 17 asientos. Compromís pasaría a ser segunda fuerza, perdiendo un escaño, lo que sumado a los socialistas que se mantienen en siete actas sería insuficiente para imponerse al bloque de la derecha. Ciudadanos desaparece y Podemos sigue sin conseguir abrirse un hueco en el Ayuntamiento.
El PSOE pierde Sevilla
Tras el shock que supuso el 19-J para el PSOE, Sevilla se antoja un punto de inflexión para las aspiraciones socialistas en Andalucía. Ya en los comicios andaluces, Juanma Moreno consiguió superar a Juan Espadas en este feudo, así como en otras localidades históricas como Dos Hermanas. Una tendencia que se ratificaría en las municipales en las que el PSOE perdería Sevilla. El PP sería la fuerza más votada con 13 escaños y podría escalar hasta la mayoría absoluta (16) con los tres asientos de Vox. De esta forma, el socialista Antonio Muñoz (12), actual alcalde, cedería el bastón de mando a José Luis Sanz (PP), que subiría más de 13 puntos, al fagocitar a Ciudadanos, que se quedaría sin representación. La división a la izquierda del PSOE juega una mala pasada a Muñoz, que no encuentra una fórmula virtuosa con sus aliados. La Coalición Adelante que en 2019 obtuvo cuatro escaños se disgrega ahora en dos candidaturas: Unidas Podemos, que consigue tres, y Adelante Andalucía, que ya sin Teresa Rodríguez se queda sin representación.
Málaga es Paco de la Torre
El incombustible Paco de la Torre, con 80 años cumplidos, se garantiza otra nueva legislatura y su sexto mandato consecutivo. Se prevé, eso sí, que pueda ser el último. De su mano, el PP repetiría como primera fuerza y, con el «efecto Ciudadanos» –que también desaparece–, ampliaría su representación en dos ediles hasta conseguir la mayoría absoluta por sí mismo, con 16 escaños. El PSOE retrocede de 12 a 11 y la coalición Adelante Málaga, que obtuvo tres escaños en 2019, acusa la división de las izquierdas ahora, por lo que solo Unidas Podemos (2) conseguiría representación. Vox irrumpiría con dos nombres en el Ayuntamiento.
El PNV mantiene Bilbao
Tampoco hay movimientos sustanciales en Bilbao. El escenario es prácticamente idéntico a 2019, y el actual alcalde, Juan Mari Aburto, podría repetir en el poder con la abstención del PSE-PSOE. Incluso con su incorporación al gobierno, como en la actual composición. Con la mayoría absoluta en 15 ediles, el PNV lograría 13, pese a retroceder uno; el PSE-PSOE mantendría los mismos: cinco; EH Bildu gana uno, hasta los cinco; Podemos resistiría con sus tres y el PP, conseguiría el mismo número, y se quedaría en 3 cargos.
El trasvase entre el PNV y Bildu alimenta las suspicacias que existen entre los jeltzales por el trato como socio preferente que el Gobierno de Pedro Sánchez dispensa a Bildu, que ha adquirido relevancia en la política nacional, rentabilizando iniciativas estrella como la reforma laboral o la reciente ley de vivienda. Con estos mimbres, las municipales sentarán las bases para encarar la recta final hacia unas generales, en las que el vigor territorial en Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana será clave para conseguir alcanzar o mantener La Moncloa.
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