Hacienda
Hacienda revisará el coste real de los servicios públicos de las CC AA
La reforma del sistema de financiación exigirá clarificar competencias
Ante la amenaza rupturista que llega desde Cataluña, el Gobierno ha incluido ya en su agenda el debate sobre la reforma del sistema de financiación. El modelo que aprobó el PSOE en 2009 por circunstancias fundamentalmente políticas, no por el tradicional plazo de caducidad a los cincos años, está vigente hasta 2014. Y aunque, por tanto, no corre prisa la modificación de la ley vigente y el debate podría esperar hasta el próximo año, inevitablemente la presión de Cataluña ha obligado al Ejecutivo a intentar explorar este camino como vía de escape para la olla a presión soberanista. Cuenta también en su decisión el hecho de que a la menor oportunidad que han tenido la mayoría de los presidentes autonómicos no han dejado pasar la ocasión sin trasladarle al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su disconformidad con el actual sistema.
La revisión de la financiación autonómica es muy compleja ya en momentos de bonanza, y «casi imposible de hacer con acuerdo» en tiempos de extremas dificultades económicas como el actual, explican en Hacienda. Siempre que se ha afrontado este proceso ha sido para repartir más recursos entre las comunidades y hoy, según precisan las fuentes consultadas, «en la caja común no hay nada para repartir». Entre las posibilidades que ya se manejan en medios gubernamentales está la revisión del gasto real de los servicios públicos que han de prestar las comunidades o también la modificación del Fondo de Suficiencia.
Este último es el que permite asegurar la financiación de la totalidad de las competencias de las comunidades y ciudades con Estatuto de Autonomía. Funciona como recurso de cierre del sistema y su importe se calcula al restar a la necesidad global de financiación de cada comunidad su capacidad tributaria junto con las transferencias positivas o negativas del fondo de garantía de servicios públicos fundamentales. Por tanto, para realizar su cálculo se deben cuantificar en primer lugar las necesidades globales de financiación de cada comunidad, compuestas por los recursos tributarios propios, los cedidos y los que aporta de forma adicional al Estado. En suma, es el balance entre lo que pagan al Estado y lo que reciben luego. Cataluña y Andalucía son las dos comunidades que más reciben por este concepto. En los Presupuestos de 2012, la partida para la primera ascendió a 1.753 millones de euros, y para la segunda, a 1.485 millones de euros.
Esta revisión del sistema de financiación va ligada implícitamente a la reforma de la Administración pública en la que trabaja Presidencia. La comisión ad hoc creada tiene que presentar un informe a finales de junio, y de ahí tiene que salir también una clarificación de las competencias y una evaluación exacta de su coste real, lo que es un factor a tener en cuenta en la revisión del modelo de financiación.
De momento, hay un mandato de la Conferencia de Presidentes para activar los mecanismos que prevé la ley de liquidación del modelo en vigor y para poner en marcha su revisión de manera multilateral y en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Ésta es la carta que Rajoy le propondrá a Mas cuando llegue a concretarse la entrevista que ambos tienen pendiente desde las pasadas elecciones.
Que nadie espere decisiones inmediatas, sino que es muy posible que el asunto se arrastre hasta el próximo año, aunque con debate y propuestas encima de la mesa. Los «papeles» empezarán a circular en breve en el seno del Gobierno y esto servirá de base para sostener la reivindicación del PP catalán de una «mejora» de la financiación de la Generalitat. Ahí han decidido apostar todas sus cartas frente al «caballo» independentista que cabalgan CiU y ERC. Como discurso tiene su recorrido, pero la realidad es que las cifras del actual sistema de financiación ya favorecen a Cataluña y a otras comunidades como Andalucía. Fue diseñado, precisamente, con ese objetivo por parte del Gobierno de Zapatero y el entonces presidente de la Generalitat, el socialista Montilla, llegó a calificarlo como el mejor que había tenido nunca Cataluña.
De hecho, desde el Gobierno recuerdan que en 2013 Cataluña, con un PIB similar al madrileño, recibirá más de 4.000 millones más que Madrid, y Andalucía, unos 4.500 más que la capital. Fallan, entre otras variables, la actualización de la población; se prima a las mayores necesidades de gasto; y, según se quejan algunas comunidades, la mala gestión se compensa también con una superior inyección de dinero de los fondos de ayuda.
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