Fernando Grande-Marlaska

Iglesias exigirá a Sánchez que desafíe a la UE por el déficit

Podemos le augura «un calvario» y el PP pide mantener el Debate del Estado de la Nación en junio.

La portavoz de Podemos en el Congreso, Irene Montero, aseguró ayer que darán un «margencito» al Ejecutivo del PSOE
La portavoz de Podemos en el Congreso, Irene Montero, aseguró ayer que darán un «margencito» al Ejecutivo del PSOElarazon

Podemos le augura «un calvario» y el PP pide mantener el Debate del Estado de la Nación en junio.

El que en principio estaba llamado a ser el socio preferente de Pedro Sánchez, el grupo parlamentario de Unidos Podemos, auguró ayer al Gobierno socialista «un calvario» en el día a día de su gestión. Así lo explicó el secretario general de la formación morada, Pablo Iglesias, que definió al nuevo Ejecutivo como el «más débil de Europa», diseñado además para «contentar al PP y a Ciudadanos». Su composición, especialmente en lo que concierne a la elección del juez Fernando Grande-Marlaska como titular de la cartera de Interior, ha causado un profundo malestar entre las filas de Podemos. No obstante, aclaró su portavoz, Irene Montero, darán un «margencito» de «dos o tres semanas» al gabinete socialista.

Este pequeño respiro permitirá al Gobierno de Sánchez librarse de la sesión de control de la próxima semana, tal y como acordó la junta de portavoces con el único voto en contra del PP. No se prolongarán mucho más allá esos días de gracia, porque tanto desde Podemos como desde Ciudadanos consideran razonable que el Pleno del Congreso del próximo día 20 examine al nuevo Ejecutivo. Desde el PP, por su parte, insisten en que el Debate sobre el Estado de la Nación tendrá que celebrarse a lo largo de junio, tal y como estaba previsto antes de la moción de censura.

Dentro de la estrategia con la que cada uno de los grupos de la oposición fiscalizará la labor del Ejecutivo, Podemos es el que cuenta con una hoja de ruta más definida. En el corto plazo, los de Iglesias escenificarán de nuevo su frontal rechazo a los presupuestos de 2018, elaborados por el PP y asumidos por el nuevo Ejecutivo para garantizar la gobernabilidad del país. Con el veto y las miles de enmiendas que la formación morada defenderá en el Senado respecto a estas cuentas, tratará de reforzar la idea de que son los presupuestos que «consolidan la estafa y los recortes» y que no responden a la «España del cambio y del 15-M». A partir de que sean ratificadas las cuentas en la Cámara Alta, Podemos centrará sus esfuerzos en encontrar vías para abrir partidas de gasto extraordinario y en negociar modificaciones de crédito en los presupuestos que permitan transferir fondos entre departamentos para afrontar algunas «urgencias». Entre esas prioridades, el partido de Iglesias se ha marcado un objetivo: desencallar sus propuestas para vincular definitivamente el crecimiento de las pensiones con el IPC y para aprobar los permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles.

Además, el marcaje de Podemos al Gobierno de Sánchez se extenderá desde ya a la negociación de las cuentas de 2019. La expectativa del grupo morado pasa por que el Ejecutivo lleve al Congreso entre junio y julio el debate sobre el techo de gasto de cara al próximo año. Y en paralelo, Montero instó ayer al presidente Sánchez a negociar con la UE un relajamiento en la forma en la que España debe cumplir con sus objetivos. Un pulso con Bruselas del que Podemos pretende que el Gobierno logre unas condiciones para reducir el déficit a «un ritmo más lento» y así destinar más recursos a gasto social, educación y sanidad.