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Iglesias, sin aval para abrirse paso en La Moncloa

Su poder autonómico y municipal queda muy mermado y solo suma con los socialistas en Baleares, Asturias, Canarias, Navarra y La Rioja.

Pablo Iglesias tras votar esta mañana/Efe
Pablo Iglesias tras votar esta mañana/Efelarazon

Su poder autonómico y municipal queda muy mermado y solo suma con los socialistas en Baleares, Asturias, Canarias, Navarra y La Rioja.

Era el examen definitivo para Pablo Iglesias para consolidarse como llave para entrar en La Moncloa. Aspiraban a ser clave para el PSOE en las comunidades y se agarraban a unos buenos datos para sobrevivir durante estos cuatro próximos años tras los pésimos resultados obtenidos en las generales. Pero el poco oxígeno artificial que les propició el 28-A ahora ahoga a la formación y les sentencia como los grandes perdedores de la noche electoral.

Necesitaban obtener unos buenos resultados en comunidades como Madrid o Castilla- La Mancha para extrapolar después estos pactos a un gobierno de coalición. Sin embargo los morados se sitúan hoy lejos de este escenario y solo han conseguido los votos suficientes para sumar con los socialistas en Aragón, Canarias, Baleares, Asturias y La Rioja, mientras que en Navarra necesitarían a EH Bildu. Varapalo también para el partido en los ayuntamientos del cambio con los que irrumpió en 2015: Han perdido Zaragoza, Valencia y A Coruña y así la posibilidad de presentarse ante el PSOE como el instrumento necesario para articular un gobierno de izquierdas. Ante el precipicio electoral, ningún cargo del núcleo duro de Iglesias comparecía para asumir los malos resultados. Solo la candidata a la Comunidad de Madrid, Isa Serra lo hacía pero vinculandolos a la herida todavía abierta por Íñigo Errejón

En la Comunidad de Madrid, los de Iglesias no se han recuperado del golpe asestado por Íñigo Errejón tras su fuga al partido de Carmena y han quedado incluso por detrás de Vox. En Castilla-La Mancha, Podemos desaparece del hemiciclo autonómico y el PSOE gobernará en solitario. En Castilla y León pierden nueve de los diez diputados, y la hecatombe del partido hace que la gobernabilidad autonómica esté en manos de los partidos de derecha. Tampoco entran en Cantabria donde irrumpió con tres escaños. En Murcia solo revalidan dos escaños y es superado por Vox. En Extremadura se quedan con dos escaños.

Sí suman, en último momento, en Canarias junto a PSOE y CC. En Aragón restan nueve escaños pero podrían llegar a un pacto con el PSOE y el CHA. En La Rioja pierden dos de sus cuatro escaños pero el pacto con el PSOE sí despega. Los números sí dan en Baleares a pesar de perder cuatro escaños. En Navarra suman con PSOE, GBAI y EH Bildu. En Asturias se escapan cinco, aunque suma con el PSOE.

Los Ayuntamientos de los que la formación sacaba pecho solo han durado una legislatura. El cambio se ha quedado sin fuelle en Valencia, A Coruña, Zaragoza y Madrid donde no presentaba candidato. Solo han revalidado su poder municipal en Cádiz, donde José María González «Kichi» afianza su alcaldía, uno de los barones más críticos con Iglesias. Pierden la alcaldía en Barcelona a favor de ERC, pero mantienen su poder municipal. Podemos desaparece del mapa en Valencia donde rompió con Compromís. Sin la alcaldía en A Coruña, Santiago o Ferrol. En Zaragoza, solo arañan dos escaños y la alcaldía la cede Santiesteve. El silencio sepulcral en Podemos pesaba sobre la figura de Pablo Iglesias y el futuro inmediato del partido.