Doctrina Parot
Inés del Río preparó la infraestructura para los atentados de De Juana
Admitió que compró el material para la bomba de Juan Bravo. Se hizo cargo de las armas tras asesinar al vicealmirante Escrigas
Inés del Río, que podría quedar libre si se deroga la «doctrina Parot», relata los atentados con el «Comando Madrid»
El papel de Inés del Río (sobre cuya excarcelación o mantenimiento en prisión debe decidir esta semana el Tribunal de Estrasburgo) dentro de ETA ha sido uno de los más relevantes en los últimos años, ya que la banda le confió la preparación de las infraestructuras para que el «comando Madrid» cometiera atentados contra la Guardia Civil como los de la plaza de la República Dominicana o la calle Juan Bravo, con el resultado de 17 agentes asesinados. El papel que juegan los etarras que se encargan de montar las infraestructuras o preparar las informaciones para que los «comandos activos» puedan perpetrar las acciones criminales son minusvaloradas a veces por la opinión pública. Sin esa labor, sin coches o pisos de seguridad, planes de huida, vigilancias, etcétera, los pistoleros carecen de los medios para llevar a cabo sus planes, sobre todo si es en ciudades como Madrid, que no conocen. En su declaración a la Policía, tras ser detenida en Zaragoza en 1987, Inés del Río cuenta con todo detalle cómo montó la red de pisos y garajes para que el «comando» formado, entre otros, por José Ignacio de Juana Chaos, pudiera perpetrar algunas de las acciones criminales más sanguinarias de las cometidas por ETA.
De la importancia de esta terrorista da idea el que, después de su huida de Madrid en abril de 1983, al ser descubierto el «comando» (del que formaban parte entonces Belén González Peñalba, Jon Tapia y José Ángel Urtiaga), los cabecillas sólo la dejaran descansar cinco meses en Francia y la volvieran a mandar, acompañada de Esteban Esteban Nieto, «Crogmanon», a la capital. Ambos se dedicaron a alquilar pisos y garajes, vigilar militares y sus transportes, etcétera, hasta que, en mayo de 1984, en una de las reuniones con su enlace, les indicó que la banda les había dejado en el Paseo de Rosales un Renault 12 con el que el 12 de ese mes tenían que recoger en un bar de la localidad madrileña de Alcobendas a los miembros del «comando» que iba a cometer los atentados.
Ese día, «a las diez de la noche, se personaron en el bar Juan Manuel Soares, Belén González Peñalba y José Ignacio de Juana Chaos portando unas bolsas. Nos trasladamos todos al piso de la calle Carranza. Observé que cada uno llevaba una pistola y había dos metralletas. Comentamos las informaciones que realizamos en los últimos meses y seleccionamos la del coronel Romero (...), sabíamos que salía del domicilio sobre las 10 de la mañana y el coche oficial le esperaba en la puerta, conducido por una persona. Comprobamos la información durante tres semanas, acudiendo casi a diario. El 12 de junio de 1985, el «comando» atentó contra el coronel, que resultó muerto, así como su conductor. Después nos refugiamos todos en el piso de la calle Jaime El Conquistador». Ambos inmuebles eran parte de la infraestructura que ETA tenía ya en Madrid. Del Río señala que, a primeros de julio, el «comando» recibió un vehículo y una información sobre el vicealmirante Escrigas. «Por estas fechas, alquilamos un garaje en la calle Antonio Salvador. Comprobamos la información del militar contra el que el "comando"atentó, causándole la muerte y graves heridas al conductor», precisó la etarra, que aclaró que en esta acción participó en la recogida de la bolsa en la que estaban las armas.
«A primeros de agosto –agrega– comenzamos a elaborar una información sobre un microbús de la Guardia Civil, que hacía su recorrido por la calle Serrano y República Argentina. Todos los miembros del grupo nos repartimos el recorrido en tramos para comprobar el paso del vehículo, correspondiéndome un tramo de Serrano, al que acudo durante tres días alternos, observando el paso del microbús sobre las 7.45 horas». «Una vez comprobada la información, el "comando"de acción atenta contra el objetivo mediante un coche bomba colocado en la plaza. Para ello, preparamos el vehículo en el garaje de la calle Antonio Salvador, para lo que adquirí previamente con Esteban dos ollas a presión de gran capacidad y tornillos que servirían de metralla». El «comando» regresó a Francia ya que el nuevo jefe «militar», por la detención de «Txikierdi», era Santiago Arróspide Sarasola, «Santi Potros». A finales de 1985, Del Río recibe la orden de volver a Madrid, donde le iba a ayudar otra mujer, Inmaculada Noble Goicoechea, en labores de infraestructura. De momento alquiló un piso, en la calle Ricardo Ortiz 40, 2ºA, usando para ello un carnet de identidad falso a nombre de Montserrat Amat La Torre, por 40.000 pesetas mensuales. A mediados de febrero llegó a Madrid el «comando», integrado por Juan Manuel Soares Gamboa, Antonio Troitiño Arranz e Idoya López Riaño. «Nos desplazamos todos hasta el piso de la calle Carranza», señaló.
Inés del Río se libró de la desarticulación del «comando», en enero de 1987, ya que en agosto recibió la orden de volver a Francia junto con el resto del grupo y ya no volvió a Madrid. En septiembre, «me desplacé con Inmaculada Noble Goicoechea en tren hasta Barcelona, reuniéndonos con la misma pareja que nos había acompañado hasta la frontera en otra ocasión. Nos llevaron en coche hasta las inmediaciones de Puigcerdá, pasando la frontera a través del monte. En Francia nos recogieron dos individuos que nos llevaron en coche hasta Perpignan. De ahí a Hendaya viajamos en tren». «En octubre, por unas fotografías publicadas en Prensa, Santiago Arrospide, junto con el resto del "comando", decidieron que me retirara temporalmente de las actividades de la banda».
Asesinato de Ynestrillas
«De Juana e Idoia me entregaron una bolsa con las armas»
«Me enteré de que por la zona del puente de Segovia había viviendas militares y decidimos controlar esta zona. Para ello me desplazo en primer lugar, observando un vehículo azul con tres militares, dos de ellos de alta graduación y el conductor. Entonces nos repartimos todo el grupo el trayecto hasta localizar su lugar de parada. Cuando concretamos la información decidimos atentar contra el vehículo en junio de 1986 usando armas de fuego y matando a los tres ocupantes. Mi cometido era el de esperar en un punto del paso de las Acacias, donde llegó Ignacio de Juana Chaos con Idoia López de Riaño, quienes me entregaron una bolsa con las armas. Con Idoia fui en taxi hasta el domicilio de la calle Carranza».
-Fecha: 17 de junio 1986
-Método empleado por la banda: ametrallaron el vehículo de los militares
-Número de víctimas: hubo tres muertos; además del comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas, el teniente coronel Carlos Vesteiro Pérez y el soldado conductor Francisco Casillas Martín. Uno de los tres hijos de Ynestrillas fue testigo del crimen desde el balcón del domicilio familiar
Atentado República Dominicana
«Vigilé el autobús antes de atentar con un vehículo cargado con explosivos»
«Junto a Ignacio de Juana Chaos comenzamos a visitar a diferentes horas el acuartelamiento de la Guardia Civil de la calle Príncipe de Vergara, descubriendo que a las 7:30 horas salía de allí un convoy de la Guardia Civil formado por un autobús, un microbús y un Land Rover, por lo que decidimos comprobar el recorrido del mismo con el mismo sistema de siempre. Con la información decidimos atentar con un vehículo cargado con explosivos, para lo que Ignacio de Juana Chaos adquiere una furgoneta y seis ollas para el explosivo, además de cadenas y varillas roscadas como metralla. La furgoneta la preparamos todo el grupo en el garaje de la calle Sambara y atentamos en la plaza de la República Dominicana, haciéndolo explosionar al paso del autobús. Yo tenía que esperar cerca del garaje de la calle Sambara, donde Ignacio de Juana Chaos me entregó el vehículo usado para la fuga para guardarlo en el garaje».
-Fecha: 14 de julio 1986
-Método empleado por la banda: usó una furgoneta con 35 kilos de Goma 2 y cinco ollas a presión con varios kilos de metralla compuesta por tornillos, tuercas, varillas metálicas y eslabones de cadenas de acero
-Número de víctimas: hubo doce muertos
Atentado calle Juan Bravo
«Compramos tres ollas a presión y tornillos que servirían de metralla»
«Como ya teníamos parte de la información pues el recorrido de este vehículo era similar al del microbús sobre el que atentamos en la Plaza de República Argentina, decidimos repartirnos por tramos el recorrido del Land Rover entre Ignacio de Juana Chaos, Juan Manuel Soares Gamboa, Antonio Troitiño Arranz, Idoya López Riaño, Esteban Esteban Nieto y yo. A mí me correspondió un tramo de la calle Serrano y pude observar el paso del vehículo de la Guardia Civil sobre las 7:30 horas. Una vez comprobamos la información, compramos un Seat 124 que apalabré telefónicamente y adquirió Antonio Troitiño Arranz. Para la operación, Esteban Esteban Nieto y yo compramos tres ollas a presión de gran tamaño y tornillos de gran tamaño que servirían de metralla. Para preparar el vehículo con los explosivos participamos todos los integrantes del grupo en el garaje de la calle Sambara y realizamos el atentado».
-Fecha: 25 de abril 1986
-Método empleado por la banda: un coche bomba con tres ollas a presión cargadas con tornillería para aumentar los efectos mortíferos del material explosivo
-Número de víctimas: cinco guardias civiles
Atentado Ministerio de Defensa
«Acoplamos los tubos para las granadas en una estructura de madera»
«Antes del atentado contra el autobús de la Guardia Civil en la plaza de la República Dominicana decidimos atentar contra el Ministerio de Defensa. Para ello confeccionamos una estructura de madera y herramientas que compré con Esteban Esteban para acoplar en ella los tubos que contendrían las granadas de carga hueca y varios instrumentos que habían sido colocados previamente sobre un vehículo que envió la "organización"(ETA) y que sirvieron para atentar contra el Ministerio el 23 de julio de 1986».
-Fecha: 23 de julio 1986
-Método empleado por la banda: los terroristas usaron granadas anticarro
-Número de víctimas: diez personas sufrieron heridas leves durante el ataque y 16 minutos después del ataque, al estallar el coche empleado por los etarras
✕
Accede a tu cuenta para comentar