Sumario

El informe pericial del 'caso cuarteles' revela que se pintaron las paredes sin retirar cuadros

La perito concluye que del total que se ha pagado a las empresas de Ángel Ramón Tejera de León, de 236.914 euros los trabajos no realizados suman 142.706 euros

El informe pericial del 'caso cuarteles' revela que se pintaron las paredes sin retirar los cuadros
El informe pericial del 'caso cuarteles' revela los desperfectos en acuartelamientos de la Guardia CivilLa Razón

Cuando los Servicios de Asuntos Internos de la Guardia Civil empiezan a sospechar que detrás de los trabajos de Ángel Ramón Tejera de León (alias «Mon») para los cuarteles de Ávila se esconde en realidad una trama de corrupción hacen dos cosas: preguntar uno a uno a los guardias civiles que han contratado sus servicios y pedir a una perito que certifique si las obras se hicieron con diligencia. Las conclusiones fueron demoledoras porque, según el informe pericial que consta en el sumario del ‘caso cuarteles’, el desvío de dinero en trabajos no realizados fue de 142.706 euros de los 236.914 que se pagaron.

La perito arquitecta Mª Teresa Castillo se recorrió los 26 acuartelamientos de la provincia en los que constaba alguna reforma por las sociedades del empresario canario. En un nutrido informe a base de fotografías de pintura descacarillada, humedades sin reparar o imágenes de paredes pintadas de distinto color, expone cuánto trabajo cree que no se ha realizado del que se ha pagado.

Por ejemplo, en una de las instalaciones consta una factura de 3.959 euros por trabajos de pintura. Sin embargo, la imagen muestra cómo la capa se está despegando de la pared. Lo que la perito considera que se ejecutó realmente tiene un valor de 878 euros, es decir realmente un 22% de lo que se pagó. Así, el dinero que se quedó «Mon» por unos trabajos que no hizo, pero que facturó igualmente los calcula en unos 3.080 euros. Y esto ocurre con todas las instalaciones analizadas sin excepción.

En algunos casos, por ejemplo, «hay discrepancias en cuanto a mediciones reales y lo facturado», es decir, se incluyeron más metros de los que realmente se pintaron. Esto lo corroboran los guardias civiles a los que Asuntos Internos interrogó en 2019. Un comandante del puesto de acuartelamiento de Arenas de San Pedro (Ávila) explicó que allí se presentaron «un guardia civil retirado y un hombre de raza árabe» para los arreglos. «Los trabajos realizados fueron una chapuza, ya que ni siquiera retiraron los cuadros colgados en las diferentes paredes», señaló este agente, que también confirmó que los metros que hay consignados en la factura no se corresponden con las dependencias oficiales que no tienen esas dimensiones.

«Las zonas comunes a las que hace referencia la factura no llegaron a ser pintadas en ningún momento», confesaron en el puesto de Candeleda. Y en el acuartelamiento de Pedro Bernardo ratificaron el proceder con los cuadros: «Únicamente pintaron el cuarto de puertas y ni siquiera quitaron el cuadro del Rey». Allí explicaron que en las fechas en las que se pintó «las instalaciones se encontraban bien» sin que hiciera falta más pintura. «Le parece una chapuza lo que hicieron ya que posteriormente han tenido que volver a pintarlo a cargo al Ayuntamiento de Pedro Bernardo», consta en el informe del Instituto Armado. «El tono en el que pintaron la pared era de color blanco y el resto de dependencias oficiales se encontraban pintadas en color crema». Por esta labor las empresas del canario se embolsaron otros 4.912 euros.

En el puesto de acuartelamiento de Burgohondo el interrogado dijo haberle extrañado que en 2016 volvieran a pintar cuando se había pintado el año anterior. La factura fue de otros 4.996 euros. En otro puesto, el de El Barco de Ávila, los trabajadores no estuvieron más de dos horas. «No se procedió a la reparación de humedades tal y como recoge la factura», explicaron allí. Pasados unos días enviaron un correo electrónico desde la comandancia a través de la compañía para que comunicara las dimensiones pintadas. Contestaron que unos 30 m2, pero según confesó el agente a la Guardia Civil alguien luego se puso en contacto con él para decirle que tenía que poner más metros. «Cree recordar que le dijeron que pusiera más de 100 m2», reza el informe. Por este acicalado «Mon» se hizo con otros 3.718 euros.

En total, 26 facturas cobradas solo en trabajos de Ávila y emitidas a finales de 2016, sobre las que el Instituto Armado comenzó a tirar del hilo para saber qué estaba ocurriendo. Cuando ampliaron el foco meses más tarde vieron del rastreo de las cuentas del empresario que, en realidad, tenía pagos de 193 comandancias distintas entre 2008 y 2020. Ahora, el Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid investiga por estos hechos al teniente general Pedro Vázquez Jarava, al teniente coronel Carlos Alonso Rodríguez, a un teniente comandante y al empresario canario, entre otros.