Inmigración

La inmigración irregular se disparó en 2023: más de 150 llegadas al día

España recibió 56.852 migrantes irregulares durante este periodo, un 82,1% más que el año anterior

ARONA (TENERIFE), 04/01/2024.- Llegada de la Guardamar Urania al muelle de Los Cristianos en Tenerife, después de que rescatara en la tarde de este miércoles los cuerpos de cinco migrantes que viajaban a bordo de un cayuco que quedó a la deriva el pasado domingo a algo menos de 300 kilómetros de El Hierro y del que fueron rescatadas 15 personas. EFE/Miguel Barreto
Los cadáveres de cinco migrantes fueron trasladados ayer a Tenerife. Viajaban en un cayuco del que fueron rescatadas 15 personas el domingoMiguel BarretoAgencia EFE

 Las cifras de inmigración irregular en España superaron todas las previsiones en el recién terminado 2023. Con las cifras oficiales del Ministerio del Interior, que acaba de ofrecer el balance anual de llegadas a nuestro país, se confirma que el año pasado se ha convertido en el segundo con más entradas de forma irregular, registrando 56.852, un 82,1% más que el año anterior. Un recuento que supone una media de más de150 llegadas cada día.

Del balance facilitado por el equipo de Fernando Grande-Marlaska se desprende también que los cayucos llegados a Canarias han tenido mucho peso en el conteo final. El archipiélago recibió 610 cayucos con 39.910 inmigrantes a bordo, 24.228 más que en 2022. Los datos también superan en 8.232 personas a las registradas en el año 2006, cuando el archipiélago vivió la denominada «crisis de los cayucos» y recibió a 31.678 extranjeros, aglutinando más del 70% del volumen total de migración. A este recuento se suman las 15.435 llegadas a Baleares y la Península a lo largo de este periodo, un 19% más que supuso el año previo; 206 fueron detectados al intentar llegar por mar a Melilla y 67, a Ceuta.

En conjunto, la inmigración irregular por vía marítima subió un 92,3 %, hasta las 55.618 personas, mientras que la cifra de inmigrantes llegados a Ceuta y Melilla por vía terrestre bajó hasta los 1.234, un 46 % menos.

Por tierra fue mayor la presión migratoria en Ceuta (1.068 extranjeros) que en Melilla (166).

A pesar de las cifras disparadas de este balance, los datos de 2023 se sitúan por debajo del récord alcanzado en 2018, cuando fueron detectados intentando entrar a España casi 64.300 extranjeros.

Aquel año la gran mayoría (57.498) también recurrió a pateras y cayucos para acceder a España, pero el destino principal entonces no era Canarias, sino las costas andaluzas.

Así las cosas, el repunte migratorio ha alcanzado cifras muy elevadas, especialmente en la ruta atlántica. Aun así, el ministro del Interior sostiene que el fenómeno podría haber sido mucho mayor de no ser por la colaboración policial con países como Marruecos, Senegal, Mauritania o Gambia. Diferentes operaciones evitaron la llegada a España de más de 27.000 personas, lo que supone haber frenado el 40% de las salidas irregulares. Interior achaca este freno a las «desarticulaciones» practicadas en los países de origen y de tránsito de «las organizaciones criminales que trafican con migrantes» y de las operaciones donde interviene España y que consiguen abortar estos viajes.

Fuentes de la cartera de Grande-Marlaska también han recordado que estamos ante un fenómeno de «enorme complejidad» en el que influyen numerosos factores estructurales que afectan al continente africano. Añaden que la presión seguirá existiendo en todas las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE). En este contexto ponen en valor el reciente pacto migratorio firmado en la UE y destacan que por primera vez habrá fórmulas obligatorias de solidaridad con los Estados que reciben más inmigrantes.

El informe de Interior se ha hecho público un día después de la visita a Canarias de la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, quien aseguró que el Gobierno cumplirá lo firmado e impulsará las modificaciones legislativas necesarias para que la acogida de menores migrantes no acompañados deje de ser opcional.

La mayoría de los migrantes adultos han sido trasladados ya a la península y distribuidos en la red de acogida que gestionan las ONG en las distintas comunidades, pero los menores son responsabilidad de las comunidades autónomas a las que llegan.

Según cifras del gobierno canario, el archipiélago cerró 2023 con alrededor de 4.500 niños y adolescentes extranjeros bajo su tutela, más del doble de los que acogía antes del verano.

Solo unos 700 han sido trasladados a la península en los últimos dos años, después de que los gobiernos autonómicos consensuaran un acuerdo limitado para su distribución entre los distintos territorios.