Víctimas del Terrorismo
Interior asegura que todos los etarras serán detenidos
Han pasado 25 años desde que los 250 kilos de amonal de ETA hicieran saltar por los aire la casa cuartel de Zaragoza, el hogar de cientos de guardias civiles. El edificio de ladrillos de cuatro plantas se partió por la mitad a las seis de la mañana de aquel 11 de diciembre de 1987, dejando ver el interior de las habitaciones donde cientos de familias dormían. En el lugar de los escombros, donde se perdieron cientos de miradas en el infinito, Delegación del Gobierno en Aragón, en colaboración con la AVT, homenajeó ayer a las víctimas de aquel atentado en el que la crueldad se cebó con once personas; cinco de ellos niños y dejó 88 heridos. Al acto asistió también el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien aseguró ayer que todos los etarras serán perseguidos y detenidos, «se encuentren donde se encuentren». «Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con la cooperación internacional, perseguirán, detendrán y pondrán a disposición judicial a todos los etarras y a sus colaboradores, se hallen donde se hallen, e hizo una mención especial a "Josu Ternera"», quien ordenó la masacre. «No debe existir ningún santuario terrorista en ningún país del mundo», subrayó que «recientemente ha sido localizada, detenida y puesta a disposición judicial Izaskun Lesaka», responsable del aparato logístico y militar de la banda, que «pensaba que estaría impune y los hechos han demostrado que no y en estos momentos está en la cárcel. Eso les espera a todos los terroristas» sin «excepciones». Fernández advirtió de que «los terroristas de ETA no son políticos y quienes justifican sus crímenes y no los condenan tampoco lo son». Asimismo, llamó a erradicar el lenguaje «manipulador» de la banda porque en España no ha habido «conflicto, ni presos políticos ni un proceso de paz», sino una banda «criminal que ha sembrado el dolor» y que es «el rostro de la maldad», y prueba de ello son las víctimas inocentes, aseveró. Fernández recordó a los miembros de la Guardia Civil que han sacrificado su propia vida «en el cumplimiento de su deber» y que en Zaragoza, «aquel 11 de diciembre, entregaron también la vida de sus esposas y la de sus hijos» en un atentado «vil y cruel», informa Ep. La presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, acompañó al ministro en el recuerdo a las víctimas y tras la celebración de una Eucaristía depositaron un ramo en el monolito que las recuerda.
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