Interior endurece el permiso al etarra Lasarte y le obliga a ir a comisaría todos los días

MADRID- Interior, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, no quiere dejar el más mínimo cabo suelto de que el etarra «arrepentido» Valentín Lasarte, condenado entre otros delitos por siete asesinatos –entre ellos el de Gregorio Ordóñez–, no regrese a la cárcel de Nanclares de la Oca tras disfrutar del permiso de los tres días concedido por la Sala Penal de la Audiencia Nacional. Esta decisión se adoptó con el criterio en contra de la propia prisión, del fiscal y del juez de vigilancia penitenciario de la propia Audiencia.

Para evitar que esto pueda suceder, Instituciones Penitenciarias ha impuesto cuatro medidas cautelares a Lasarte para que pueda salir de la cárcel los tres días que desee. Así, según confirmaron a LA RAZÓN fuentes del Ministerio del Interior, tendría que ser recogido en el centro penitenciario por un solo familiar, lo que también se establece para su regreso a la cárcel.

Junto a ello, lo que ha de entenderse como una clara medida a evitar que pueda fugarse, tendrá que presentarse cada día en la comisaría de Policía o en el cuartel de la Guardia Civil de la localidad donde vaya a fijar su residencia esos días. Esa residencia deberá estar situada fuera del País Vasco, en consideración, según se recogía en el auto de la Audiencia Nacional, «con las víctimas de los atentados terroristas en que intervino» Valentín Lasarte.

Esos días fuera de los muros de la prisión, tendrá absolutamente prohibido participar en cualquier manifestación pública de enaltecimiento que legitime la violencia, especialmente de la banda terrorista ETA y/o hacer declaraciones de esa naturaleza, así como las que conlleven desprecio o desconsideración hacia las víctimas del terrorismo.

Por último, pero no menos significativa, el traslado desde la cárcel hasta el lugar donde vaya a disfrutar los tres días de «asueto», deberá realizarse directamente, sin hacer ningún tipo de parada intermedia, por ningún motivo; e igual cuando deba regresar tras los muros de Nanclares de Oca.

Pero hay otro dato relevante: Lasarte deberá firmar la aceptación de estas medidas para salir de la cárcel. Es un requisito «sine qua non» para que se ejecute la resolución de la Audiencia . Hasta ahora, según las fuentes consultadas, no las ha refrendado.

Una vez que lo haga, tendrá libertad para fijar los tres días que quiere pasar fuera de prisión. En todo caso, el etarra «arrepentido» continuará en el centro penitenciario este fin de semana.

Las medidas impuestas por Interior a Lasarte se pueden considerar más que excepcionales, toda vez que, prácticamente, cuando a un preso se le concede un permiso similar, no se adoptan estas prevenciones, ni mucho menos. De hecho, no se suele imponer ninguna.

El presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, quien fue también el ponente de la resolución, señaló el jueves en Málaga que ese permiso responde a una aplicación «muy específica» de la ley a un supuesto concreto, aunque apuntó que cuando se trata de resoluciones de las que forma parte, se remite «a lo que digo en ellas».

En esta línea, aseguró Marlaska que «no es una aplicación indeterminada, sino todo lo contrario, muy específica, a un caso, a una persona, y siempre en términos de lo que hemos entendido como estricta legalidad».

«Que lo pille un camión»

También se pronunció sobre ese permiso Rubén Múgica, hijo del dirigente socialista Fernando Múgica, asesinado por ETA. Al respecto, manifestó, en declaraciones a Efe, que «si pedimos que los jueces apliquen la Ley, tenemos que asumir que sus decisiones habrá que respetarlas, aunque no nos gusten».

En todo caso, resaltó que le gustaría que «a Valentín Lasarte lo atropellara un camión en cuanto pusiera un pie en la calle y pasara la verja de la cárcel».

La Audiencia concedió a Lasarte el permiso al entender que su evolución es tan positiva que ahora, «sobre todo, piensa y se ocupa de las víctimas», «ha evolucionado en clave de humanidad» e incluso «paga pequeñas cantidades, fraccionadas mensualmente para atender a las responsabilidades civiles declaradas».