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IU devora al PSOE, que se desangra en intención de voto

La Razón
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Los barómetros que el CIS ha realizado desde las pasadas elecciones generales confirman que el PSOE, como principal partido de la oposición, no está recibiendo el respaldo suficiente del electorado como para ser alternativa en solitario al PP.

El crecimiento del PSOE tras más de un año de gobierno popular se limita a 1,8 puntos porcentuales, al pasar del 28,4% al 30,2%. Mientras que los otros partidos que le siguen en volumen de votantes, IU y UPyD, han crecido durante este mismo tiempo en 2,6 y 2,2 puntos respectivamente. Pero es más claro y notorio aún el avance de IU y UPyD con respecto al PSOE si consideramos proporcionalmente el crecimiento: IU registra un crecimiento del 38,2% en poco más de un año, pasando del 6,8% al 9,4% y UPyD incrementa su potencial electoral en un 47,8%, al pasar del 4,6% al 6,8%. Mientras que la ganancia de 1,8 puntos del PSOE representa tan sólo un aumento del 6,3% con relación a los resultados obtenidos el 20-N.

El crecimiento de IU se basa en ex votantes del PSOE, fundamentalmente en los que dejaron de votar al PSOE en 2011. Los socialistas obtuvieron 11.290.000 votos en las elecciones generales de 2008 y en los comicios de 2011 vieron rebajada sustancialmente la cantidad, hasta los 7.003.000 votos; perdieron 4.207.000 votantes.

En 2011, IU vio crecer su electorado en 716.000 votantes, pasó de 970.000 de 2008 a 1.686.000, la inmensa mayoría procedían de esa masa de más de cuatro millones de votantes socialistas que no renovaban su voto al PSOE. Ahora como entonces, IU sigue alimentándose básicamente de votantes del PSOE que optaron por la abstención en 2011.

Una futura recuperación electoral del PSOE pasa inevitablemente por la reconciliación con aquellos cuatro millones de votantes que dejaron de apoyar a su formación. Pero IU a estas alturas puede muy bien haber convencido a una cuarta parte de esta enorme bolsa de electores socialistas, es decir, alrededor de un millón, con lo que la formación de Cayo Lara puede estar rondando actualmente los dos millones de votos, la mitad pertenecientes al PSOE en 2008.

Desde el inicio de la etapa democrática, el PSOE no había obtenido unos resultados tan pésimos como los recogidos el pasado 20-N. Incluso peores que los cosechados en 1977, que hasta 2011 había sido su registro más negativo.

En los nueve procesos electorales generales realizados en los últimos treinta años observamos una norma: el avance del PSOE le cuesta a IU un retroceso, y viceversa. En las elecciones generales de 1982, 2004 y 2008 el PSOE mejora sus resultados con respecto a elecciones anteriores. Es en estas citas con las urnas cuando IU empeora sus resultados con respecto a anteriores elecciones. Por el contrario, durante una década continuada, en los comicios generales de 1986, 1989, 1993 y 1996, ante el constante retroceso del PSOE se producía un crecimiento continuado de IU.

El mismo fenómeno se está produciendo en la actualidad, los resultados de 2011 son claro exponente, ante la caída del PSOE se produce el alzamiento de IU.