Testigo
Javier Hidaldo dice al juez que no conoce a Ábalos y se desmarca del transporte de mascarillas de la "trama Koldo"
El ex consejero delegado de Globalia, que no recuerda haberse reunido con Begoña Gómez, niega que pagara comisiones a Aldama
El ex consejero delegado de Globalia Javier Hidalgo ha asegurado al juez de la Audiencia Nacional que no conoce al exministro de Transportes José Luis Ábalos ni al que fuera su asesor, Koldo García, y se ha desmarcado de la tramitación del transporte de las mascarillas suministradas por Soluciones de Gestión, la empresa de la "trama Koldo". En esas fechas, ha insistido, él estaba al frente "de una empresa que perdía 6.000 millones al día y tenía otras preocupaciones".
En su declaración como testigo ante el juez Ismael Moreno -que no ha permitido a las acusaciones realizar ninguna pregunta sobre la relación de Hidalgo con Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni en relación al rescate millonario de la compañía por el Gobierno-, ha explicado que en ningún momento se quiso hacer negocio con esos vuelos de suministro, "cuando había gente muriéndose por la pandemia", y ha precisado que los primeros suministros se realizaron a coste cero y los posteriores, con un mínimo beneficio de entre el 2 y el 3%. No hubo, recalcó según fuentes jurídicas, ningún interés mercantil.
Según su testimonio, fue Soluciones de Gestión la que contactó con Air Europa para el traslado de las mascarillas tras la adjudicación de los contratos por parte de Transportes, Interior y los gobiernos de Canarias y Baleares -cuyo montante superó los 50 millones de euros, pero ha negado que esa operación la negociase con el empresario Víctor de Aldama, uno de los principales comisionistas de la trama. Aunque ha ofrecido cifras dispares sobre el número de vuelos de suministro de mascarillas en pandemia (ha oscilado entre los doce y los veinte), Hidalgo -que según las fuentes consultadas se ha mostrado "sereno"- ha precisado que la compañía le contrató antes de la pandemia, a razón de 10.000 euros al mes, "por sus servicios profesionales", pero no le pagó comisiones. En primer lugar, para tareas comerciales: su intermediación en la adquisición de un hotel y después para que negociará la deuda de la compañía en Venezuela. Posteriormente, coincidiendo con el transporte de las mascarillas, realizó "servicios de gestión".
Pero durante su declaración, de apenas una hora, ha insistido en derivar la tramitación del suministro en su director general, Richard Clark, y en el director comercial de la compañía, Imanol Pérez, cuya comparecencia como testigos ya ha solicitado al instructor una de las acusaciones, Hazte Oír. El abogado de la acusación popular, Javier María Pérez-Roldán, quiere además que se inste a Globalia a identificar a sus trabajadores "directamente involucrados" en las negociaciones con Soluciones de Gestión y que esta última desvele la identidad del "técnico de logística que iba dentro de los aviones" que transportaron las mascarillas, al que aludió ayer en su declaración como investigado el ex secretario general de Puertos del Estado Álvaro Sánchez Manzanares.
El testigo -a cuya comparecencia se opuso el juez instructor, Ismael Moreno, a quien la Sala obligó a citar a Hidalgo- ha afirmado que nunca se reunió con Ábalos y que no recuerda que se viera en la sede de Globalia con Aldama y Begoña Gómez, una reunión que según las acusaciones populares ratificó Leticia Lauffer, exdirectora de Wakalua, filial de Globalia.
Respecto a la intervención de otras líneas aéreas (Iberia) en el transporte del material sanitario, ha detallado que los contratos que se firmaron por este motivo con Globalia, y no directamente con Air Europa, permitían recurrir a otras compañías para llevar a cabo el traslado de las mascarillas. Hidalgo ha negado también que, como le atribuye un informe de la Guardia Civil, utilizara Airbus para esos suministros, pues ha recalcado que su compañía no dispone de estos aviones.
Hidalgo sí ha recordado que tras esos suministros la propia Globalia compró a Soluciones de Gestión un millón de mascarillas para sus empleados.
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