Inmigración
La Jefatura Policial vigila la ventana por la que huyeron 17 marroquíes
En las salas del aeropuerto de Barajas esperan 300 personas bajo condiciones insalubres a que se resuelva su petición de asilo
Chinches reproduciéndose en colchones, cucarachas en el suelo, baños sucios, colchonetas en vez de camas… y más de 150 personas hacinadas en salas de espera provisionales sin nada que hacer más que esperar. Esta es la «insalubre» situación, según denuncian los sindicatos policiales, que se respira en las salas destinadas a solicitantes de asilo del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
«La situación es crítica porque no se limpia ni se recoge la basura», aseguran a LA RAZÓN fuentes policiales. Hasta ayer se encontraban un total de 300 personas, incluidas mujeres y menores, en tres dependencias ubicadas en las terminales 1, 2 y 4 del aeródromo internacional. En concreto, en la terminal 2 están encerradas un total de 42 mujeres y niños; en la sala tres de la terminal 1, un total de 92 y en la sala 4 de la terminal 4 hay 166. En total, 300 personas bajo condiciones precarias y perjudiciales para la salud que pueden ser foco de enfermedades. Según estas fuentes, la situación en la terminal 2 es especialmente dramática. Hasta allí se están trasladando a las familias con menores de entre cuatro y cinco años que duermen en colchonetas en un espacio cerrado, sin ventanas ni ventilación, un solo baño para todas las mujeres y niños y sin la desinfección adecuada.
Las personas que acaban bajo estas condiciones son migrantes procedentes de países africanos como Senegal y especialmente Marruecos que llegan vía aérea, y al hacer tránsito en la capital aprovechan para pedir protección internacional. «Rompen su documentación en los puestos fronterizos y piden asilo», explican estas mismas fuentes. Este proceso puede demorarse hasta dos meses. En cuanto al perfil, se trata principalmente de «varones de entre 20 y 40 años de complexión atlética».
Mientras esperan, la desesperación aumenta entre quienes esperan a que se resuelvan sus papeles y fruto de esta frustración aquellos a los que se les deniegan la protección internacional huyen a la desesperada. Según el Sindicato Unificado de Policía (SUP) desde el pasado jueves un total de 26 migrantes se han escapado mientras tramitaban su petición de protección internacional, con «riesgos para la seguridad aérea» por acceder a las pistas. Lo hicieron mediante dos mecanismos distintos. En uno de los motines rompieron una ventana que carecía de refuerzo o protección y, en otra ocasión lo hicieron picando el falso techo y huyendo a través de ese agujero. De hecho, 48 después de que 17 marroquíes rompieran la ventana y huyeran, la Jefatura Policial inicia hoy la vigilancia de la ventana después de que varios agentes la hubieran custodiado porque todavía no se ha reemplazado ni sellado pese a la urgencia para evitar nuevas huidas.
Desde el SUP insisten en que aprovechan la vulnerabilidad de las instalaciones para huir, «llegando a acceder incluso a las pistas del aeropuerto aunque sin provocar alteraciones en el tráfico operacional».
El sindicato policial mayoritario culpa de esta situación a AENA y Cruz Roja, responsables de brindar asistencia y mantener la limpieza de los asilados agrava la situación. En este sentido, ponen como ejemplo de su servicio insuficiente la reciente negativa de Cruz Roja a ingresar a la sala provisional 2 de asilados debido a las chinches.
Es por ello que han remitido un escrito al Defensor del Pueblo al que piden amparo para que medie y se articulen los mecanismos necesarios para la resolución de esta problemática. Desde el SUP instan a que refuercen los requerimientos fronterizos en tránsito a países como Marruecos o Senegal, con el objeto de evitar que estas personas caigan en manos de mafias y en situación de vulnerabilidad. Además, insisten en que «la gravedad de la situación» requiere soluciones políticas y diplomáticas, enfatizando la colaboración entre el Ministerio de Asuntos Exteriores. «El refuerzo de la policía en Barajas es crucial, pero una resolución integral requiere acciones más amplias», señalan en la carta que ha dirigido al Defensor del Pueblo. A día de hoy entre 2 y 4 agentes custodian las salas tres y cuatro mientras que un agente vigila la provisional, en la que se encuentran mujeres y niños. «Esperamos su atención en este asunto esencial para garantizar el bienestar y garantizar la seguridad fronteriza y los derechos humanos de aquellos que buscan protección en el Aeropuerto de Barajas», reclaman desde el Sindicato Unificado de Policía.
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