
Interior
Jessica, Robin y Maud: los policías extranjeros que patrullan las playas españolas
Altea y El Campello (Alicante) acogen a tres policías extranjeros, procedentes de la Gendarmería Nacional Francesa y de la Policía Federal Alemana

Jessica, Robin y Maud no llevan el uniforme de la Guardia Civil pero sienten uno más entre los agentes alicantinos. Estos tres policías extranjeros, procedentes de la Gendarmería Nacional Francesa y de la Policía Federal Alemana, recorren las playas de Altea y El Campello (Alicante) para auxiliar a los ciudadanos y evitar delitos.
Durante el mes de agosto, no será extraño para los turistas encontrarse con estos agentes extranjeros que prestan servicio estos días en los Puestos de la
Guardia Civil de Altea y El Campello. "Ya están familiarizados con la estampa", destaca el Instituto Armado sobre la presencia de estos policías en las playas alicantinas.
En el Puesto Principal de Altea están trabajando la policía alemana Jessica, de 29 años, que en su país de origen presta servicio en la autopista federal, como agente de tráfico, y el gendarme francés Robin, de 30 años, que ostenta una categoría equiparable al empleo de suboficial de la Guardia Civil, cuyas funciones en su unidad originaria incluyen las de gestionar un pelotón de vigilancia e intervención.
Ambos están acompañados de la gendarme Maud, de 26 años, que está encuadrada en el Puesto de El Campello. Esta última, en Francia realiza funciones principalmente de atención al ciudadano, asistencia a víctimas y recepción de denuncias. Los tres están realizando servicio de Seguridad Ciudadana dentro de la Guardia Civil, dónde han sido acogidos de muy buen grado entre los compañeros.
Los turistas sienten cercanía
Su día a día es el de un efectivo más del Instituto Armado. Salen a trabajar en patrullas mixtas, conformadas por un agente extranjero y un agente de la Guardia Civil. En el desarrollo del servicio, comparten también experiencias con la Policía Local de Altea y de El Campello, ya que sendos cuerpos colaboran en las labores de prevención y lucha contra la delincuencia que surgen en el día a día.

Esta iniciativa ya se viene desarrollando desde hace varios años cuando los policías extranjeros vienen comisionados a la Guardia Civil de estas localidades procedentes de diferentes países, aunque ver un uniforme diferente en las actuaciones cotidianas, sigue llamándoles la atención.
Los agentes españoles que trabajan a diario con sus homólogos extranjeros, afirman que es una ventaja contar con ellos, dado el elevado número de ciudadanos que residen o viajan a la provincia, tanto franceses como alemanes a los que, tratar con un policía nativo de su país, les da sensación de cercanía, sumando un valor muy positivo a la profesionalidad de los cuerpos policiales que confluyen en sendas localidades.
Una oportunidad para su carrera
Por su parte, los tres agentes extranjeros coinciden en que solicitaron este intercambio convencidos de que supone una oportunidad para su carrera profesional y que, aunque no conocían cómo funciona la Guardia Civil, los procedimientos y funciones son parecidas a las que desarrollan en sus comisarías de origen, por lo que, se sienten cómodos y familiarizados con el trabajo que realizan, y expresan su deseo de repetir en el futuro.
Esta acción se encuadra en el marco del Plan Turismo Seguro 2025, que tiene entre otras misiones la de generar condiciones que permitan a los turistas, durante su estancia o desplazamiento por el territorio nacional, desarrollar sus actividades de ocio y descanso en un entorno seguro, de tranquilidad y confianza, promoviendo y garantizando su seguridad personal y la de sus bienes, cooperando con todas las instituciones públicas y privadas que intervienen en el sector, y contribuyendo a preservar un entorno sostenible.
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