Política

Francia

Jokin Aranalde, reclamado por la Justicia por integración en ETA, también estuvo en el acto de huidos de Biarritz

Jokin Aranalde, reclamado por la Justicia por un presunto delito de integración en ETA, acudió el pasado sábado al acto organizado en Biarritz (Francia) por los huidos de la banda terrorista.

Jokin Aranalde, reclamado por la Justicia por un presunto delito de integración en ETA, acudió el pasado sábado al acto organizado en Biarritz (Francia) por los huidos de la banda terrorista.

Si bien no desempeñó un papel protagonista durante la hora y media que duró el acto, si apareció al final del mismo en un momento en el que varias decenas de fugados de la organización criminal subió al escenario mientras se cantaba una canción en euskera a modo de cierre. Se situó en tercera fila, según se puede apreciar en la imágenes del acto.

Jokin Aranalde Olaondo, escondido desde hace años en Francia, fue uno de los elegidos para ejercer como interlocutor de los huidos de ETA en una rueda de prensa celebrada el pasado miércoles en Bayona (Francia). También estuvo presente en esa convocatoria desempeñando, entonces sí, un papel destacado y visible junto a otros compañeros.

Esta aparición sirvió para que varios medios de comunicación recordasen su causa pendiente con la Justicia y las víctimas exigieron su detención. Pese a ello, Aranalde reapareció en el acto de Biarritz.

La mayoría de huidos de ETA ya no tienen causas pendientes con la Justicia principalmente porque han prescrito. No sería el caso de Aranalde, quien fue procesado por integración en ETA en el año 2004 y pocos días después se fugó.

Fue detenido el 30 de marzo de 2002 en Tolosa en el marco de una operación contra Batasuna. El magistrado Baltasar Garzón le dejó en libertad bajo 12.000 euros de fianza en abril de 2002 y con la medida cautelar de presentarse periódicamente en el Juzgado. Aranalde cumplió con esta medida durante dos años y cinco meses, es decir, se encuentra en paradero desconocido desde septiembre de 2004.

Según el artículo 131 del Código Penal, si el delito lleva aparejada una pena de 10 a 15 años, como es el caso de integración en banda terrorista (entre 6 y 14), el plazo de prescripción son 15 años. Si la pena del delito imputado es inferior a diez, el plazo de prescripción se fija en diez años. Por este motivo Aranalde podría ser aún detenido, al menos hasta septiembre.

Es el padre de Maite Aranalde Ijurco, quien también aprovechó un error burocrático de la Justicia francesa para escapar en 2009. Fue detenida un año después junto al jefe militar de la banda, Mikel Carrera, 'Ata'. Otro de sus hijos, Ibon Aranalde Ijurco, fue condenado a dos años por violencia callejera.