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Elecciones generales

José Luis Ábalos: "Nos hemos planteado ilegalizar la Fundación Francisco Franco"

Apela a la movilización del PSOE como respuesta a la llamada del PP a forjar una alianza de las «tres derechas» que les desaloje del poder el 28-A. Defiende el diálogo institucional con Cataluña y advierte de que ilegalizarán la Fundación Francisco Franco.

José Luis Ávalos
José Luis Ávaloslarazon

Apela a la movilización del PSOE como respuesta a la llamada del PP a forjar una alianza de las «tres derechas» que les desaloje del poder el 28-A. Defiende el diálogo institucional con Cataluña y advierte de que ilegalizarán la Fundación Francisco Franco.

José Luis Ábalos llegó el viernes a Barcelona para presidir el acto que añadía el nombre de Josep Tarradellas al aeropuerto de El Prat. Ayer asistió al Consell Nacional del PSC que eligió a los cabezas de lista en las cuatro circunscripciones catalanas. El secretario de Organización del PSOE está considerado como «un amigo» por el PSC. Estaba como en casa y se notó. En su intervención no dudó en repartir a PP, Ciudadanos y Vox, las tres derechas: «Tres opciones, mismo resultado».

¿Es posible la alianza de las tres derechas?

Hay una llamada explícita de Pablo Casado. En Andalucía es una realidad y ahora pide un acuerdo de las derechas para el Senado, para que no gane la izquierda y así evitar que el Senado cambie. Su coartada es el 155. El PP sabe que no será la primera fuerza política. Sus únicas posibilidades de gobernar pasan por una alianza triple. Ni siquiera con dos es posible hacerlo. No es ciencia ficción, es una realidad: Andalucía, la foto de la Plaza de Colón y el llamamiento expreso del PP.

Aunque se den «asquito», como usted dice...

Lo vimos muy claro en Andalucía. Se evitó el pacto a tres, se hizo siempre con pactos bilaterales. Del PP con Ciudadanos, del PP con Vox, pero al final el resultado son los tres. Y se dio en Colón, que pusieron personas entre medias para evitar la foto de los tres líderes.

¿La derecha ha abandonado el centro?

En este país, el posicionamiento ideológico de la población suele ser de centro izquierda. Y la sociedad está viendo al PSOE en este espacio. La derecha se presenta a estas elecciones para disputar su liderazgo y lo hace en un extremo. Aznar los unió y hoy están fragmentados. La batalla no está en el centro, está en la derecha. Cuando Ciudadanos plantea el cordón sanitario al PSOE se sitúa en este extremo. Si no pacta con nosotros, sólo le queda la triple alianza.

El PSOE se la juega en Cataluña, Valencia y Andalucía. ¿Cuáles son sus expectativas?

La Comunidad Valenciana siempre refleja la realidad nacional. Somos el reflejo de España, la idea de España. Algunas formaciones han alentado pulsiones nacionalistas y han fracasado. En Cataluña, buena parte de sectores políticos que estuvieron en la confrontación son conscientes de que el PSOE es la opción para desbloquearla. Unos votaron a Ciudadanos, cuando creían que eran el dique de contención al independentismo y ahora proyectan frustración. Otros votaron al independentismo, porque consideraban que desde el Estado se aplicaba una política de humillación al hecho catalán. El 28 de abril, muchos de ellos saben que la única posible superación de la ruptura es el Partido Socialista. En Andalucía, la experiencia ha sido muy clara. La derecha propuso tres posibilidades. Hoy, los andaluces saben que las tres vías conducen a lo mismo. Estoy seguro de que la izquierda se movilizará como no lo hizo en las autonómicas. Y esa movilización favorecerá al PSOE.

En Cataluña la batalla será de órdago. Arrimadas, Batet, Rufián, Montserrat.....

Sin duda. La situación política está condicionada por el desafío independentista. Barcelona será una plaza muy importante para hacer frente al independentismo.

Si los soberanistas siguen apostando por el derecho a la autodeterminación, ¿un futuro gobierno socialista seguirá planteándose hablar con ellos?

Nos plantearemos siempre respetar el marco de legalidad y que las cuestiones se planteen en este marco. Ese es el límite. Nosotros respetamos a las formaciones políticas en la medida que ocupan instituciones. No hemos mantenido diálogo alguno con el independentismo, con sus partidos, lo hemos mantenido con el Gobierno de Cataluña. Nuestro diálogo es institucional, con un gobierno que salió de las urnas y fue elegido por el Parlament.

¿La solución es un nuevo Estatuto de Autonomía frente a la independencia?

Cataluña padece tres rupturas. La institucional, porque toda la historia fracasada de la renovación del Estatuto sigue gravitando. La convivencia, que es evidente. Y, por último, la brecha social, porque el gobierno de la derecha del PP junto a los gobiernos de derechas catalanes, de la antigua Convergencia, llevaron a Cataluña a una crisis social. Luego llegó ERC, pero con la coartada del independentismo, no está afrontado su solución. Esta es la realidad y hemos de afrontar los tres frentes. No acabo de entender lo que dice el independentismo. Con la República se arreglará todo. No es cierto.

¿Un espacio independentista más clarificado en estas elecciones abre nuevos escenarios?

Sí, podría, pero las diferencias entre los dos partidos no están claras, y además hay un distanciamiento, una tensión, entre la representación política y su base electoral. En Cataluña, hace falta liderazgo, y no lo hay. Uno está fugado. El otro está para guardarle la posición. Otros no se atreven a decirle la verdad a la gente. No hay liderazgo y, en consecuencia, no hay una hoja de ruta clara, ni capacidad de hacer pedagogía realista y pragmática a la gente. Eso no lo hay porque no hay valor para decir la verdad. Los independentistas deben asumir su responsabilidad y ofrecer a la sociedad caminos transitables que permitan recuperar la convivencia. No deben renunciar a sus ideas, pero no derivar sus contradicciones y sus consecuencias negativas a la ciudadanía.

¿Ayuda que el señor Casado diga que aplicará el 155 o que se relegará al catalán a una lengua optativa?

Casado tiene un gran desconocimiento del país y del marco constitucional. Invoca la Constitución, pero no la conoce. Cuando uno habla del español, acertaría si lo hiciera desde Méjico, pero en España todas las lenguas que se hablan son españolas. Si no tenemos esta visión de España, el que está favoreciendo al independentismo es el que no asume que el catalán es una lengua española. Nuestra lengua oficial es el castellano, no el español. Por eso, la Constitución reconoce la cooficialidad del resto de lenguas.

¿Si ganan las elecciones reactivarán los Presupuestos?

Por supuesto. Los volveremos a presentar porque son ajustados y equilibrados. Yo confié que el debate a la totalidad prosperara. Sabía que habría bloqueo por la derecha, pero los independentistas, con su actitud, demostraron que no tienen ninguna hoja de ruta. Los despacharon y punto, dejando en papel mojado 2.000 millones para los catalanes. Hubiera sido mejor para ellos entrar en el contenido para explicitar su posición política. Su oposición nos ha permitido dejar en una posición nítida nuestra oferta de gobierno a los españoles.

¿Seguirán con los decretos?

Sí. Son decretos leyes que exigen la convalidación del Congreso.

¿Para que todo el mundo se retrate?

No. Para que tengan eficacia. Arriesgarse a presentar un decreto significa buscar una mayoría parlamentaria. Antes de presentarse nos hemos garantizado los apoyos. No queremos hacer política testimonialista. Eso de gobernar por decreto es una falacia, porque los decretos deberán ser refrendados por una mayoría.

¿VOX es un partido preconstitucional?

Lo es. No lo es por su origen, pero tiene un espíritu preconstitucional, obviamente. Los que vivimos en los 70 nos acordamos de ese espíritu. VOX se aprovecha de la democracia y desprecia todo el esfuerzo realizado por los demócratas en estos cuarenta años.

¿Ilegalizarán la Fundación Francisco Franco?

Lo hemos planteado. ¡Claro que sí! Es una fundación de exaltación de la dictadura y que va en contra de los valores democráticos.

¿Su adversario en estas elecciones es Casado o Rivera?

Nuestro objetivo es dar al país políticas de reparación social para ganar en convivencia. No hay convivencia sin redistribución. Y también dar a este país una inyección de optimismo y esperanza, que pasa por la certidumbre y la estabilidad. Queremos representar un espacio de convergencia política, no del centro político. La derecha juega en el extremo y deja libre un espacio donde la mayoría quiere converger; el de la moderación, el entendimiento y la sensatez. No es un punto de origen, es un punto de convergencia. Este es nuestro espacio, el de la cohesión social, la identidad no excluyente y del sentimiento de pertenencia a un proyecto. Esto va más allá de los extremos.

Ciudadanos también busca este espacio...

Cómo lo va a hacer si no quieren pactar con los socialdemócratas.

Atrayendo a sus filas a históricos socialistas como Corbacho o Mesquida...

El futuro no se conforma con elementos del pasado ni justificando la cultura del transfuguismo. Una formación política debe aspirar a tener cantera, a tener su identidad. Ciudadanos no tiene identidad. Yo creo en el compromiso, no en el oportunismo. Conforman un partido de oportunistas. Toni Cantó es un ejemplo. Empezó en UPyD y ahora está en Ciudadanos después de detestar a UPyD. ¿Mañana? Ya se verá.

¿Ustedes están manipulando al movimiento feminista ante el 8 de marzo?

Si hacerse eco de sus reivindicaciones es manipular, es tener en mala consideración a las mujeres. Nos hacemos eco, sí. El movimiento feminista irrumpió el año pasado con claridad, de forma transversal. Es «inmanipulable».