Almería

Juan José Cortés: «No es para nosotros sino para los que vengan. ¿Querrían al «Chicle» de vecino de sus hijos?»

El padre de la niña Mari Luz, asesinada hace diez años, dirige una carta abierta a Sus Señorías para que recapaciten su oposición a esta pena y pide justicia para las víctimas.

Juan José Cortés
Juan José Cortéslarazon

El padre de la niña Mari Luz, asesinada hace diez años,dirige una carta abierta a Sus Señorías para que recapaciten su oposición a esta pena y pide justicia para las víctimas.

Estimados señores opositores a la prisión permanente revisable: quisiera dirigirme a Sus Señorías con el Código Penal en una mano y con el corazón en la otra porque, la letra dice en el artículo 25 de la Constitución que las penas deben ir dirigidas a la reinserción; pero el espíritu de la letra dice intrínsecamente que la reinserción si no es efectiva no es reinserción. Actualmente, tenemos un Código Penal que contempla la prisión permanente revisable y hace efectiva la condena pero también la reinserción efectiva del preso recogiendo así el espíritu y la letra de las leyes. Si derogamos la prisión permanente no sólo derogaremos los derechos de las mayorías sino que también vulneraremos el derecho a la vida y a la integridad de todos los ciudadanos dejando en libertad a personas que no están reinsertadas y, por lo tanto, a riesgo de que vuelvan a atacar a sus víctimas. Puedo poner como ejemplo los múltiples casos que se han ido dando a lo largo de todos estos años: «El violador del estilete», «el violador del ascensor», «el violador del portal», el asesino de Olga Sangrador... Daremos un paso atrás en nuestra democracia evolutiva, que debe ir dirigida a salvar el derecho de las mayorías y no de las minorías. Hago y solicito un ejercicio de reflexión y responsabilidad por su parte para que atiendan a los millones de ciudadanos que reclaman que, en el ejercicio de su responsabilidad como representantes suyos en el Congreso, tengan en cuenta la voluntad del pueblo.

Señores diputados: piensen en sus hijos, y en la posibilidad de que les tocara convivir como vecinos en su barrio con personas como «El Chicle», Santiago del Valle o con el «violador del estilete»: ¿pondrían ustedes alguna objeción o solicitarían que volvieran a la cárcel?

He vivido en primera persona la desaparición y la muerte de una hija, y les puedo decir que el Código Penal antiguo no hacía justicia a un crimen tan execrable y por lo tanto, como padre que he ido viendo cómo otras víctimas han ido amontonándose mientras se aprobaba la prisión permanente revisable, dentro de mi corazón y mi alma, cada vez que se produce un hecho así, vuelvo a sentir mucho dolor. La prisión permanente no afectará a los asesinos de Marta del Castillo, y he visto a su padre que, sin pedir venganza, apuesta por ella; porque no es para nosotros sino para los que puedan venir después. Porque tampoco afectará a Santiago del Valle, asesino de mi hija Mari Luz, ni otros casos producidos después. Viendo todo esto necesitamos sentir que la Justicia se aplica con un equilibrio, y la sociedad y las víctimas se sentirán amparados por ella.

Escuchar eso de «no hay que legislar en caliente» es una excusa sin argumento, primitiva, y no debería de estar en la boca de un político que representa a los ciudadanos. Siento asombro y dolor porque no se asemeja a la verdad y me parece un insulto a la inteligencia y al dolor que sentimos.

Aún no me he recuperado de lo vivido el lunes en Almería con Patricia y Ángel, los padres del pequeño Gabriel. Me recordó el mismo momento que vivimos nosotros, en la iglesia, con la mirada perdida mirando la caja blanca, ya sin vida...

Fuerzas no te quedan ningunas, pero te levantas cada día con la fe de que un día podremos ver a nuestra hija en el cielo, que es un camino de peregrinación hacia el encuentro con nuestra hija y con Dios, que nos la está guardando. Me imagino que nuestra hija estará jugando en el cielo con Gabriel. A Mari Luz le encantaba dibujar, los rotuladores de colores, y pintaba en mi despachito al salir del colegio, le encantaba bailar y cantar, decía que era «una artista chiquitilla».

Piensen en todos ellos... Olga Sangrador (9 años), Sandra Palo (22 años), Yeremi Vargas (7 años), Marta del Castillo (17 años), Mari Luz Cortés (5 años), Asunta Basterra (12 años), Ruth Bretón (6 años), José Bretón (2 años), Diana Quer (18 años), Gabriel Cruz (8 años)... Ninguno más.