El juez no reclamará a García Ortiz el móvil de los mensajes clave sobre el novio de Ayuso

El magistrado de la Audiencia Nacional Ángel Hurtado no reclamará al fiscal general del Estado el móvil que utilizaba cuando se produjo la filtración de datos reservados de Alberto González Amador, novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El instructor, que investiga a Álvaro García Ortiz por revelación de secretos, ha rechazado la petición del empresario porque la considera condenada al fracaso.

En su resolución, Hurtado sostiene que no hay "ninguna necesidad" de acordar una diligencia "que concluya sin éxito". Y es que, subraya, la propia acusación particular reconoce al realizar esa petición que García Ortiz "ha destruido las comunicaciones electrónicas, las copias de seguridad, las cuentas de email y los terminales móviles".

Los abogados de González Amador instaron al magistrado del Supremo a reclamar al fiscal general el teléfono Samsung Galaxy A52S 5G que utilizaba en marzo del pasado año, cuando se produjo la filtración de datos reservados del novio de Ayuso sobre la investigación contra él por fraude fiscal, y que no sustituyó hasta el 23 de octubre de 2024, apenas una semana después de que el Tribunal Supremo decidiese abrir una causa penal contra él por revelación de secretos.

Justo unos días más tarde, Hurtado mandó a la Unidad Central Operativa (UCO) a la sede de la Fiscalía General del Estado para registrar el despacho de García Ortiz y requisar su móvil, tras cuyo análisis los agentes constataron que todos sus mensajes habían sido borrados, según el fiscal general en aplicación de un protocolo de protección de datos por razones de seguridad.

Posteriormente, la Guardia Civil concluyó que también había borrado las copias de seguridad almacenadas en su cuenta de correo de Gmail. No obstante, González Amador había pedido asimismo al juez Hurtado que le pidiese al fiscal general tanto las copias de seguridad "de las que disponga" como las de su WhatsApp. Peticiones que igualmente rechaza el instructor.