JxSí y la CUP añaden un anexo para incumplir leyes sociales como la del aborto

Tras una hora de reunión, que puso en evidencia una vez más que Cataluña tiene un parlamento dividido al que le va a ser difícil sacar adelante acuerdos esta legislatura, la Junta de Portavoces presentó la apretada agenda de la próxima semana. El lunes, 9-N, a las 10:00 horas empezará el polémico pleno que debe debatir la propuesta de resolución con la que Juntos por el Sí y la CUP darán por iniciado el proceso hacia la independencia, aunque el Gobierno se encargara ayer de certificar que «desde el minuto uno» suspenderá la declaración rupturista .

Las advertencias que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría lanzó desde el Consejo de Ministros no intimidaron a los soberanistas que reforzaron con un anexo la declaración de ruptura para «blindar» derechos sociales. El octavo punto, que Junts pel sí y la CUP registraron juntos –Antonio Baños se dejó fotografiar por primera vez con Raül Romeva y el convergente Jordi Turull– en el Parlament, recoge nueve medidas sociales que pueden topar con leyes suspendidas por el Tribunal Constitucional, aunque de nuevo vigila no utilizar la palabra «desobediencia».

Su intención es blindar «derechos fundamentales» como el decreto contra la pobreza energética, el modelo de inmersión lingüística o el acceso universal a la atención sanitaria pública a «todas las personas que viven en Cataluña» sin que se pueda ser excluido por origen o por no estar empadronado. La CUP se ha segurado también que no se hagan nuevos concursos para la gestión privada de Centros de Atención Primaria.

El anexo, de cuatro páginas, insta además a defender el derecho al aborto; desafía a no poner en práctica la ley estatal de seguridad pública; a dejar sin efectos la ley de la administración local; a generar un marco de relaciones con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para acoger y dar asilo al máximo número de refugiados más allá de las medidas adoptadas por el Gobierno; a afrontar medidas de urgencia en el ámbito de la vivienda, así como a desarrollar la financiación de un plan de choque social y de gestión de la deuda.

Este nuevo acuerdo entre la CUP y Juntos por el Sí, que aceptaron el desafío del PP y PSc para que la votación sea «a cara descubierta», no implica que la CUP esté un paso más cerca de votar a Artur Mas.