Conflicto de Gibraltar
La «armada pesquera» planta cara a la Royal Navy
Los marineros gaditanos organizan para mañana una protesta masiva contra los bloques de hormigón
Tras semanas de tenso impasse, los pescadores gaditanos de La Línea de la Concepción y de la Bahía de Algeciras, decidieron ayer dar un paso al frente y realizar su propia medida de presión. Cansado de una situación que ya dura más de tres semanas y que tiene pinta de prolongarse aún más, han decidido realizar su particular acto de presión. Así, acordaron pasadas las 20:30 horas en una asamblea en el puerto de La Atunara la noche, realizar una protesta masiva mañana frente a Puerto Chico a eso de las 10:00 horas y partir desde allí hasta una zona próxima a Gibraltar, por el hundimiento de más de 70 bloques de hormigón el pasado 24 de julio en el fondo marino y que les impide faenar en una zona habitual de pesca.
Ése es el acuerdo al que llegaron los pescadores de ambas cofradías, que esperan que sirva como detonante para solucionar el problema pesquero con las autoridades gibraltareñas. En ningún caso, como dejó entrever por la mañana el patrón de La Línea de la Concepción, Leoncio Fernández, la protesta incluirá la retirada de los cubos de hormigón del caladero. «Eso es imposible», apuntaban los armadores, al mismo tiempo que explicaban que para realizar esas maniobras se necesitan una especie de barcos grúa, ya que los bloques pueden llegar a pesar hasta cinco toneladas.
Los marineros están dispuestos a salir «todos juntos» porque entienden que «algo hay que hacer» para que «de una vez por todas esto se acabe», pero, para evitar posibles incidentes con la Royal Gibraltar Police, han pedido a la Guardia Civil que les escolte en su travesía. A la protesta están convocados los más de 50 barcos de La Línea de la Concepción, y los doce de la Bahía de Algeciras, pero se podrían incluso sumar barcos de zonas cercanas como Estepona y Sabanillas. En este sentido, la intención de los pescadores es realizar una protesta similar a la que ya realizaron en 1998, cuando también se encontraban en conflicto con las autoridades gibraltareñas y la protesta sirvió para facilitar la solución unos meses después.
Para Rafael Gutiérrez, armador de los barcos pesqueros de la zona –el «As de oros» y el «Llanita Hernández»–, y como tantos otros, la situación es insostenible. «Los barcos están ganando 200 euros cada uno y sólo la reparación de una pieza ya me ha costado 600 euros», explica con desesperación. «Los chicos han salido hoy y se han ganado 20 euros cada uno. Ahora mismo, nos da para comer y si acaso», asegura. El domingo, acudirá a la protesta. Y lo hace porque no se pueden quedar quietos a la espera de un acuerdo entre el ministerio de Medio Ambiente y el Ejecutivo de Fabian Picardo que podría tardar meses.
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