La derrota del terror

De la gran noticia de ayer con el éxito de la operación de la Guardia Civil contra el colectivo de apoyo a los presos de ETA, Herrira, sacamos varias conclusiones: primero, que la Guardia Civil y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado continúan con su lucha sin tregua contra el terrorismo. Segundo, que el mundo de ETA sigue intentando regenerar sus estructuras en vez de disolverse y entregar las armas. Y tercero, que el Gobierno de España busca la derrota de ETA, a pesar de la herencia, que como en la economía, recibió del Gobierno anterior, con un rosario de negociaciones, cesiones y concesiones al mundo de ETA difícil de enmendar.

Estas detenciones son un paso más para deshacer el camino incorrecto en la lucha antiterrorista que, durante 8 largos y humillantes años, aplicó el Gobierno de Zapatero. Si bien es cierto que aún quedan muchas cosas por hacer para lograr una derrota definitiva de la banda, con memoria, dignidad y justicia para las víctimas y sustentada en bases sólidas y no en una falsa y provisional paz basada en concesiones como permitir a Bildu, Amaiur estar en las instituciones, a Sortu, como un partido legal; a Ernai, como juventudes proetarras legalizadas; agrupaciones festivas como Kaskagorri o Txori Barrote, que recaudan fondos y organizan homenajes a terroristas... Y así, un sinfín de pasos que aún quedan por desandar para lograr una derrota definitiva de ETA sustentada exclusivamente en la aplicación del Estado de Derecho, sin atajos, y que yo, cómo millones de españoles, confío y deseo, que el actual Gobierno de España llevará a cabo como demuestra la operación contra el tentáculo de ETA de la plataforma Herrira, sin negociar absolutamente nada con ellos, como decía mi compañero Gregorio Ordóñez: «Con ETA lo único que se negocia es el color de los barrotes de sus celdas».