Caso Raval
La fiscal ve homicidio en el caso Raval
Acusa a los mossos imputados de una actuación «desproporcionada»
La juez que investiga la muerte del empresario Juan Andrés Benítez en el barrio barcelonés del Raval, después de ser reducido y detenido por una decena de agentes de los Mossos d'Esquadra, convocó ayer a todas las partes en la Ciudad Judicial. La principal novedad fue que la Fiscalía acusó de homicidio a ocho de los agentes ya imputados, por un delito contra la vida, pero no descartó que fuera imprudente.
En la comparecencia, la acusación particular atribuyó a nueve de los mossos imputados un delito de homicidio doloso o asesinato, mientras que las defensas pidieron el sobreseimiento para todos los acusados. Benítez murió la noche del 6 de octubre, después de la detención, pero anteriormente había tomado cocaína y se había peleado con otro hombre frente a su casa, en la calle Aurora del Raval.
La fiscal presentó en el juzgado un escrito en el que acusa a los ocho mossos de un delito contra la vida, al considerar que cuando efectuaron la contención y reducción de Benítez actuaron «de forma excesiva, desproporcionada y desmesurada», y según su juicio, tanto en la duración temporal como en el número de agentes intervinientes y la fuerza ejercida sobre la víctima.
Sostiene el Ministerio Público que los mossos imputados «fueron conscientes de que sometieron a Benítez a una situación de peligro y riesgo innecesario, que podía comprometer su vida», aunque recordó que no se puede determinar si tuvieron la intención de causar su muerte. En un principio la Fiscalía había calificado los hechos de homicidio doloso, pero ahora la misma parte indicó que todo depende de las nuevas diligencias que solicita.
Más precisión
Concretamente, la fiscal reclama a la juez que pida a los forenses que practicaron la autopsia que precisen si la contención y las lesiones serían compatibles con el resultado de muerte si Benítez no hubiera consumido cocaína antes. También pidió que se cite como testigo al hombre con quien se peleó el empresario antes de la llegada de los mossos. Este vecino fue imputado, pero finalmente se archivó su causa.
Remarcó el Ministerio Público que todos los imputados «fueron conscientes durante las maniobras de contención y reducción de la gravedad de las lesiones» que supuestamente le infligieron a Benítez en la cabeza, entre otros sitios. En su declaración ante la juez, los agentes imputados afirmaron que, cuando llegaron al lugar de los hechos, el empresario estaba golpeándose contra el suelo.
Insistió también la fiscal en que los mossos no pidieron la ambulancia de urgencia para atender a Benítez hasta que el empresario quedó inconsciente, pese que, en su opinión, la tendrían que haber reclamado antes «conforme a las mínimas normas de cuidado, dado el estado en el que se encontraba la víctima». «Eran conscientes de la desproporción del número de golpes proferidos para reducir al empresario porque éste ya estaba tumbado en el suelo, por lo que los golpes no eran necesarios para cumplir con la obligación de los policías en el ejercicio de sus funciones», añadió la Fiscalía. «Tenía medio litro de sangre en el estómago cuando murió», resaltó el escrito.
En su escrito, la fiscal detalla además que los mossos imputados fueron conscientes de que Benítez no tenía escapatoria, así como de sus continuos gritos, lamentos y respiración agitada, «que podían alertar a un ciudadano medio de la situación de estrés» en la que se encontraba la víctima.
Por su parte, la acusación ejercida por los familiares de Benítez atribuyó a nueve de los imputados un delito de homicidio doloso o asesinato al entender que los agentes no se limitaron a efectuar maniobras de reducción al empresario, sino que efectuaron «de común acuerdo una contención violenta y desproporcionada» y le golpearon en el tronco, las piernas y la cabeza. La acusación particular también atribuye a los mossos imputados un delito contra la integridad moral y detención ilegal, entre otros.
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