La Guardia Civil colabora con Defensa en la investigación del ataque informático

En estos momentos, no se conoce el autor del ataque y sus objetivos, aunque los indicios apuntan a que los autores del delito son profesionales con amplios conocimientos del mundo informático

Las Fiscalía Especial de Delincuencia Informática ha oficiado a la Guardia Civil para que colabore con el Centro de Inteligencia y Seguridad del Ejercito de Tierra (CISET) y otros organismos similares, en la investigación del ataque informático que sufrió el Ministerio de Defensa, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.

Al haberse apreciado indicios de delito en el citado ataque, la intervención de la Benemérita, aparte de sus acreditados conocimientos en esta materia, se hace precisa en su condición de Policía Judicial.

Cuando se descubrió el ataque, el Ministerio de Defensa lo puso en conocimiento de la Fiscalía Togada militar, que a su vez se dirigió a la Fiscalía General y, finalmente, recayó en la especializada en Delincuencia Informática.

Asimismo, como primera acción, se colocaron las “barreras” necesarias para frenar el ataque, lo que se logró con efectividad.

En estos momentos, no se conoce el autor del ataque y sus objetivos, aunque los indicios apuntan a que los autores del delito son profesionales con amplios conocimientos del mundo informático.

Una de las opciones que están sobre la mesa es la de que el ataque tuviera un trasfondo económico en relación con contratos de adquisición o venta, competencia del Ministerio de Defensa. Por ello, hablar de “potencias extranjeras” “enemigas” es, de momento, mucho decir. Porque en el mundo del dinero, no hay sólo amigos o enemigos, sino, sobre todo, muchos rivales, que pueden pasar hasta por amigos.

Los expertos no descartan que, conforme vayan avanzando las investigaciones, se tope con lo que se denominan “acciones de falsa bandera”, que desarrollan entidades o individuos hostiles que buscan subvertir o desestabilizar a otros Estados y hacen creer que se trata de acciones realizadas por otros grupos, incluso terroristas; o, incluso, hacktivistas anónimos. La realidad es que detrás de estas acciones se hallan

organizaciones que se suelen mover por razones económicas “y con ello obtener una ventaja competitiva en un mercado globalizado como es el actual”.