Guardia Civil

La Guardia Civil quiere que el ataque de Alsasua se juzgue como terrorismo

Los agresores gritaban consignas que ETA ordenó divulgar a Jarrai desde los años ochenta

Agentes de la Guardia Civil vigilan anoche el entorno del bar, al fondo en la imagen, donde se produjo la agresión en Alsasua
Agentes de la Guardia Civil vigilan anoche el entorno del bar, al fondo en la imagen, donde se produjo la agresión en Alsasualarazon

Los agresores gritaban consignas que ETA ordenó divulgar a Jarrai desde los años ochenta.

La Guardia Civil de Navarra elabora un informe sobre los hechos acaecidos en la madrugada del sábado en Alsasua, cuando un grupo de cuarenta individuos, muchos de ellos identificados como miembros de organizaciones proetarras, agredieron al teniente y al sargento del puesto, así como a la novia del primero y la esposa del segundo. Según han informado a LA RAZÓN fuentes de la investigación, lo acaecido puede ser considerado como un acto de «kale borroka» (terrorismo callejero) ya que, según todos los indicios, hubo premeditación (una vez que algunos de los agresores reconocieron al teniente llamaron a otros para organizar el ataque).

Además, lo que gritaban, «alde hemendik» («fuera de aquí»), es un lema que ETA ordenó en la década de los ochenta a su rama juvenil, Jarrai, con la intención de lograr la expulsión de las Fuerzas de Seguridad del País Vasco y Navarra. Para realizar el informe, los agentes encargados recaban todos los datos posibles y, entre otras cosas, han tomado declaración al teniente, que el sábado fue operado de un tobillo, y al sargento. El primero, que lleva ya dos años destinado en Alsasua, podría haber reconocido a alguno de los agresores y así se haría constar en el citado informe.

Las investigaciones «oficiales» las lleva a cabo de momento la Policía Foral, que fue la que intervino y practicó dos detenciones. Al parecer, tenía previsto tomar declaración a la novia del teniente, que vive en Alsasua.

Sin embargo, las citadas fuentes subrayaron que lo ocurrido no puede quedar en un problema de orden público, agresiones o riña tumultuaria, sino que debe ser calificado de acto de terrorismo callejero, ya que responde a las citadas consignas, emanadas en su día de ETA, de expulsión de las Fuerzas de Seguridad. De hecho, este asunto formaba parte de la llamada «alternativa KAS», que defendió la banda y su entramado desde la década de los setenta.

A este respecto, se recuerda lo ocurrido en las fiestas patronales de Bilbao de 1993, cuando un grupo de jóvenes proetarras, al grito de «cipayo torturador, hay que matarlo», agredieron brutalmente al ertzaina Ander Susaeta. Una cámara de videovigilancia grabó todo lo ocurrido y el eco mediático fue muy grande. Varios de los agresores que, al ser identificados, huyeron de España, entraron después en ETA.

«Un acto miserable»

Pese a todo, las investigaciones de lo ocurrido en Alsasua siguen en manos de la Policía Foral ya que la consejera de Interior del Gobierno de Navarra, María José Beaumont, de Bildu, no quiere ceder las pesquisas. De hecho, Sortu hizo pública ayer una nota en la que «denuncia la actuación de la Guardia Civil ante estos hechos y durante las últimas horas, que no ha hecho sino incrementar la crispación y la provocación en las calles de Alsasua, mediante controles y una presencia más que asfixiante para los ciudadanos y ciudadanas de la localidad. Una localidad que durante años ha mostrado su hartazgo por la presencia y las prácticas de la Guardia Civil (...) Para ello consideramos que es necesario dar pasos en la consecución definitiva de la paz y la resolución de las consecuencias latentes del conflicto político. Cuestión que implica que se produzca una desmilitarización en Euskal Herria y que la Guardia Civil se marche del país». Por su parte, el director general de la Benemérita, Arsenio Fernández de Mesa, que ayer visitó Alsasua y al teniente y al sargento lesionados, destacó «la labor humanitaria y de servicio a los navarros y a los vecinos» de la citada localidad que ejercen los agentes heridos. Según explicó, el teniente, el lesionado de mayor gravedad, se encuentra «muy bien y deseando volver al servicio sin ningún rencor; es guardia civil». Recordó que este oficial participó en el rescate en marzo pasado de dos autobuses que transportaban a ex presos etarras y familiares al quedarse atrapados muy cerca de Alsasua.

Calificó el ataque de «miserable y repugnante, no sólo por los golpes recibidos, sino por el número de agresores de los que intentaron defenderse tanto los guardias civiles como sus esposas». La pareja del teniente se echó encima del guardia civil para protegerle de los golpes que estaba recibiendo. Por este motivo, también resultó herida, igual que la pareja del sargento y tuvo que ser trasladada al centro hospitalario.

Ante la brutalidad de la agresión, las muestras de apoyo se shan sucedido desde el pasado sábado. Ayer también el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, envió un mensaje de ánimo a la Guardia Civil de Alsasua a través de Twitter y advirtió de que «no habrá impunidad» tras la «brutal agresión» sufrida por dos agentes del instituto armado en la localidad navarra.

Además, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) anunció ayer que denunciará a los autores de la agresión y exigió a los partidos políticos «una condena expresa» de los hechos. La denuncia será «en conexidad con delito de terrorismo y por atentado contra la autoridad» contra los «agresores y los colaboradores» del ataque. Covite subrayó el hecho de que la única reacción al ataque a los guardia haya sido una concentración para pedir la puesta en libertad de los dos únicos detenidos en relación con la agresión.