Ceuta
La Guardia Civil se encontraba en máxima alerta desde ayer
El efecto llamada, que auguraban los expertos de la inmigración subsahariana sobre Ceuta y Melilla, en especial en esta última, ya se ha empezado a producir. Se tienen noticias de que, entre 200 y 300 subsaharianos, desplazados desde distintos puntos de África entre ellos la frontera de Marruecos con Argelia, podrían haber llegado a la zona del Monte Gurugú, que es donde se concentran antes de intentar saltar el vallado.
Por ello, la Guardia Civil mantenía ayer por la noche el alto nivel de alerta ante la posibilidad de que se pudiera producir un intento de salto y que éste fuera protagonizado por un elevado número de individuos.
Lo ocurrido en España, tras la muerte por ahogamiento en Ceuta de 15 subsaharianos, y la desautorización y ataques que han sufrido el Gobierno y la Guardia Civil por parte de partidos políticos, sindicatos y otros grupos, ha provocado este efecto llamada.
Hoy en día, estas personas, y sobre todo las mafias que las manejan hasta dejarlas cerca de la frontera con España, disponen de información al instante con la simple consulta de los elementos telefónicos que personas que no tienen para comer, curiosamente, llevan encima, pese al elevado precio de este tipo de material.
La imagen de una España dividida y de una Guardia Civil atacada de forma injusta por, como ha quedado demostrado en los últimos días, cumplir con su misión de defender las fronteras y, en concreto, los vallados de Ceuta y Melilla, ha hecho que los inmigrantes crean que el acceso en nuestro país va a ser ahora más fácil.
Las últimas actuaciones de la Benemérita, el jueves en el Puerto de Melilla, y el viernes, según ha sabido LA RAZÓN, en el puesto fronterizo del Barrio Chino de la Ciudad Autónoma, cuando ocho inmigrantes intentaron entrar ilegalmente, ha demostrado que no se ha relajado en ningún momento la atención que mantiene la Benemérita para el cumplimiento de las misiones encomendadas.
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