La Historia como maestra

En su biografía de Churchill, el ex ministro laborista Roy Jenkins relata los inicios de la vida del gran político conservador británico de este modo: «Fue un personaje demasiado idiosincrático e imprevisible, y con demasiadas facetas, como para dejarse encorsetar por las circunstancias de su nacimiento». Creo que esta referencia encierra algunas claves para explicar por qué una buena biografía política es esencial.

Los hombres son todos, y no sólo Churchill, bastante imprevisibles. Es parte de su naturaleza, una consecuencia de su libertad. Los son porque pueden elegir y porque lo hacen en un contexto que, de la misma manera, es imprevisible. La política de los hombres es, por tanto, el fruto de múltiples decisiones y acciones que podrán estar todo lo condicionadas que queramos, pero que resultan, al final, imprevisibles. Escribir la biografía de uno de los grandes políticos que protagonizaron la historia contemporánea española es una de las mejores formas de reconstruir nuestro pasado sin dar nada por supuesto. La biografía es una vacuna contra la tendencia a encorsetar la vida política en moldes prefijados, en sofisticadas teorías o premisas. Porque la biografía no tiene una explicación fijada a priori sobre la vida del biografiado y su entorno. A poco que esté bien hecha y no se caiga en el error de la fácil adulación, la biografía muestra una trayectoria vital con múltiples posibilidades, con decisiones acertadas pero también con errores aleccionadores. Así ocurre con las tres biografías que acaba de publicar la editorial Gota a Gota (de la Fundación FAES) y que se ocupan de la vida política de Cánovas, Maura y Silvela. Han sido escritas por tres grandes historiadores: Carlos Dardé, José María Marco y Luis Arranz, respectivamente. Y las tres tienen una virtud indiscutible, en línea con lo que acabo de exponer: narran y contextualizan la vida de sus biografiados sin ningún ánimo de mitificación, al contrario. Con estos tres libros comienza su andadura una colección de «Biografías Políticas» que no pasará desapercibida. Con ellos el lector entrará en un debate apasionante sobre uno de los momentos más trascendentes de cuantos se han vivido en la política contemporánea española, el de los treinta últimos años del siglo XIX y los primeros veinticinco del XX, justo cuando por primera vez, aunque no sin problemas, se logró estabilizar un régimen liberal y constitucional.

*Prof. titular de Historia del Pensamiento Político. URJC