Declaración de la Infanta

La Infanta negó a Castro que el Rey ayudase a Urdangarín en sus negocios

Su abogado protestó por la acumulación de preguntas relativas al Instituto Nóos, del que la Audiencia de Palma ya desvinculó a Doña Cristina en mayo de 2013

La Razón
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La Infanta Cristina negó de forma rotunda al juez José Castro, instructor del «caso Nóos», que el Rey hubiese ayudado a Iñaki Urdangarín en sus actividades profesionales. Según las fuentes consultadas por LA RAZÓN, el magistrado le preguntó al respecto en su comparecencia del pasado día 8 a raíz de los correos electrónicos aportados a la causa por Diego Torres, ex socio del duque de Palma, en enero del pasado año, en los que el yerno del Rey le pedía a Don Juan Carlos que le echase una mano en la búsqueda de patrocinadores. «Uno de los momentos en los que se mostró más contundente», apuntan fuentes presentes en la declaración, «se produjo cuando negó que su padre hubiera participado de una u otra forma en los negocios de su marido».

El mismo Urdangarín ya dejó claro, en su segunda declaración ante el juez de febrero de 2013, que el soberano estaba completamente al margen de sus actividades. Antes de comenzar esa comparecencia, el duque de Palma afirmó que la Casa del Rey «no opinó, asesoró, autorizó o avaló las actividades que yo desarrollaba en el Instituto Noós». Al contrario, explicó, en marzo de 2006 le instó –a través de José Manuel Romero, conde de Fontao– a alejarse de Nóos y a dejar de contratar con administraciones públicas.

El yerno del Rey hizo esta aclaración «como consecuencia de la entrega y difusión de determinados correos y documentación presuntamente relacionados con este procedimiento» que, recordó, había acarreado «en las últimas semanas un desplazamiento del foco de esta instrucción, de los hechos propiamente dichos hacia un proceso público al pretendido papel de la Casa Real en los mismos». La Casa de Su Majestad el Rey, precisó, «me trasladó las recomendaciones oportunas para que dejara de realizar una actividad que no consideraba adecuada para mi "status"institucional y así lo hice»

En otro momento del interrogatorio, tras preguntar a la Infanta por centenares de facturas de gastos personales cargadas a Aizoon, que la hija del Rey afirmó no recordar en su gran mayoría, Castro le inquirió en relación a numerosos tickets de aparcamiento de cuantías menores (que presumiblemente habrían sido abonadas por sus escoltas) y que, dijo, «no le iba a mostrar», Doña Cristina respondió que no le constaban.

Respecto a la presencia de Carlos García-Revenga, secretario de las Infantas, en la junta directiva del Instituto Nóos, a la que ella misma perteneció hasta marzo de 2006, explicó al juez que fue su marido quien «le pidió que formara parte de Nóos», como a ella misma. «¿Ejercía funciones de tesorero?», le preguntó el fiscal Pedro Horrach. «No me consta», contestó la Infanta, quien recordó que forma parte de más de un centenar de asociaciones aunque «sólo asiste a tres».

Y ante la acumulación de preguntas relacionadas con el Instituto Nóos, el abogado de Doña Cristina, Jesús María Silva, protestó (la única vez que lo hizo durante el interrogatorio) para recordarle al instructor que en relación a este asunto «ya se pronunció la Audiencia Provincial de Palma» (que en mayo del pasado año desvinculó a la Infanta de cualquier irregularidad en Nóos), recalcando que «los hechos no guardan relación con la imputación» por delito fiscal y blanqueo en la que el magistrado justificó la imputación de la hija del Rey.

Castro también sacó a colación el préstamo de 1,2 millones de euros del Rey a su hija en 2004 para la compra de la vivienda familiar en Pedralbes (Barcelona), sobre el que el propio magistrado descartó la existencia de delito. «A mí me parece una donación...», terció Castro, algo que la infanta negó.