El desafío independentista

La mano derecha de Forcadell, en el centro de la corrupción de la Asamblea Nacional Catalana

Pere Puges, número dos de la ANC, no dudó en situarse junto a Helena Rakosnik, la mujer de Artur Mas, en la pasada Diada del 11 de septiembre
Pere Puges, número dos de la ANC, no dudó en situarse junto a Helena Rakosnik, la mujer de Artur Mas, en la pasada Diada del 11 de septiembrelarazon

La confrontación política en el seno de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) se ha recrudecido con la convocatoria de elecciones para el próximo 10 de mayo. Además de las acusaciones de falta de pluralidad y de democracia controlada hacia la dirección presidida por Carme Forcadell también surgen acusaciones de «poca transparencia» en las cuentas de la organización. El hombre que centra todas las miradas es la mano derecha de Forcadell y fundador de la ANC, Pere Puges.

Puges empezó su actividad política militando en el PSAN –Partido Socialista de Liberación Nacional– y fue miembro activo de la candidatura que lideró en 1979 Lluís María Xirinachs. Fue el responsable de finanzas de la campaña del BEAN –Bloque de Izquierdas de Liberación Nacional–. «Como no teníamos un duro, Puges sugirió que para financiar la campaña pidiéramos todos un crédito personal que recuperaríamos después con las subvenciones. Como no sacamos ni un diputado, esas subvenciones no llegaron. Todos tuvimos que pagar de nuestro bolsillo. Todos menos uno: Pere Puges. Él no tuvo que hacerlo, nunca pidió ese crédito». Así se explica un miembro de esa candidatura cuando recuerda aquellos tiempos. «Se nos quedó cara de tontos».

Pere Puges i Dorca siguió en su actividad política después del incidente del BEAN siendo un movimiento activo del movimiento vecinal en Sant Boi de Llobregat. En la década de los 80 ingresa en el PSC, y es regidor de la población en una legislatura. Puges sigue afirmando que es militante del PSC cosa que el partido niega «al menos en Sant Boi no lo es. Era un liante de mucho cuidado», afirma un dirigente socialista local. Se refiere a la actividad de Puges relacionada con el mundo del cooperativismo social en materia de vivienda. «En Sant Boi impulsó dos proyectos, los de Can Diví y Can Carreras. Fueron todo un desastre», comenta este dirigente local socialista que añade «siempre juega a lo mismo. A tomar una posición de ventaja bajo la careta del cooperativismo de vivienda frente a sus competidores» pero «luego es un gran incumplidor». Y pone un ejemplo. «En uno de estos proyectos tenía que hacerse cargo de una línea de media tensión. Es el promotor quién se hace cargo. Él no lo hacía y luego te ponía a los vecinos en contra del ayuntamiento».

Puges se dedica desde 1999 únicamente a sus negocios privados relacionados con la iniciativa social. Según consta en el registro, es socio fundador de Projectae, SCCL y gerente de Arqiprom Gestió, S.L. Ambas entidades se dedican a la prestación de servicios en el sector inmobiliario. Seguridad Social y Agencia Tributaria han hecho requerimientos a sus empresas por «desconocido». En concreto, la Agencia Tributaria envió un requerimiento por no poder notificar «un embargo de créditos». Puges en su currículum profesional se presenta como arquitecto. Pues bien, no parece que lo sea. No existe ningún colegiado con ese nombre en el Colegio de Arquitectos de Catalunya y tampoco en el de Aparejadores y Arquitectos Técnicos.

Este currículum que vive bajo la nebulosa ha vuelto a resurgir en la ANC. «Rechazamos las acusaciones de corrupción generalizada porque son una confusión que podría dar una imagen embarrada de nuestra sociedad y para poner trabas al proceso hacía la independencia». Así rezaba el comunicado de la Asamblea –el grupo de coordinación de Sants-Montjuïc que había organizado la asamblea de marzo de 2012– en el que se reconocían decisiones «poco acertadas porque representaron un coste excesivo».

La organización de ese evento dejó un agujero de 75.000 euros. Lo más llamativo fue la contratación de «merchandising» por un importe de 13.592 que correspondió a la empresa Promotor Cat 17 S.L que en el momento de la contratación no estaba ni constituida. La situación tuvo mucho ruido interno y el Secretariado tuvo que hacer una auditoría externa «un proceso administrativo interno» para conocer las irregularidades. La decisión se tomó un año después: el 23 de febrero de 2013. A pesar de constatar estas irregularidades, el Secretariado de la Asamblea nunca exigió responsabilidades.

Esta actitud del Secretariado de Carme Forcadell enervó a ciertos sectores independentistas. Un blog independentista acusaba a miembros de la ANC de ser «infiltrados para robar e intoxicar» y se preguntaba «¿qué se hará con el dinero del concierto de la libertad. Pasará lo mismo que con los 75.000 euros robados del acto del Sant Jordi?». No fue el único que puso el dedo en la llaga. El cantautor Cesk Freixes, participante en el concierto, puso un tuit en esta línea «los que tocamos no cobramos nada. Me gustaría saber dónde irán los beneficios. Porque los habrá».

Algunos sectores críticos hacen acusaciones concretas, recogidas en el mismo blog, «exigimos que Forcadell evite que Ricard Gené, Pere Puges, Jordi Manyà, Joan Contijoch, Victor Cucurull, infiltrados para robar e intoxicar en la ANC se queden con el dinero de tanta gente buena». Este blog acusa a los citados de ganar las elecciones gracias a ese dinero. De hecho, todos ellos se agruparon en un grupo de trabajo. Las elecciones en la ANC no tienen ni campaña ni se pueden presentar candidaturas. Los candidatos lo son a título individual y sólo pueden agruparse en grupos de trabajo. En Facebook existe un grupo denominado «Basta de mafias y corruptelas en la ANC» que aglutina a 1.500 simpatizantes y el ex diputado López Tena no oculta su sorpresa por el hecho «de no poder hablar de estos hechos».

El ambiente se está caldeando en estos días previos a la presentación de candidaturas porque «hay que poner coto a quienes sólo aspiran a su promoción personal y también a su enriquecimiento», apunta un miembro del sector crítico de la ANC que añade «Forcadell no puede seguir mirando para otro lado ni puede dejar de asumir su responsabilidad».