La Policía francesa alerta del importante arsenal etarra

Ese arsenal, según los cálculos de la policía antiterrorista, incluye 252 de las 400 armas que un comando etarra robó en octubre de 2006 en Vauvert, al este de Francia y 1,3 toneladas de polvo de aluminio.

Si hace dos años que ETA declaró el «fin de la lucha armada», la banda terrorista no parece tener, sin embargo, ninguna intención en deshacerse de su numeroso armamento y explosivos. De hecho, según la Policía antiterrorista francesa, se calcula que aún dispondría en suelo galo de un «importante» arsenal. Un material que, de momento, mantiene «aunque sólo sea para conservar su crédito político».

Así lo apuntó ayer el comandante de la subdirección antiterrorista (Sdat), Laurent Hury, que no descartó la vuelta a los atentados de un sector de ETA dado el malestar que existe entre los presos. El agente francés comparecía ante el Tribunal de lo Criminal de París, donde se juzga a tres presuntos etarras del aparato de extorsión. Ese arsenal estaría compuesto, según el experto, de 252 de las 400 armas que un comando etarra robó en octubre de 2006 en la localidad de Vauvert, en el sureste de Francia. De esa partida salieron pistolas como la que ETA utilizó para perpetrar el asesinato de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero el 1 de diciembre de 2007 en Capbreton (suroeste francés). Lo completarían 1,3 toneladas de polvo de aluminio, cantidades indeterminadas de otros componentes explosivos que la banda solía utilizar para confeccionar sus artefactos además de unas 28.000 matrículas y prensas para troquelar que también fueron sustraídas en Francia. Pero pese a la ausencia de atentados, ETA no ha estado quieta. Aunque las fuerzas antiterroristas francesas constatan que sus activistas aún presentes en el Hexágono han reducido sus movimientos. Sobre todo en lo que concierne al robo de coches, una de sus principales actividades. Desde comienzos de este año se tiene constancia de «una decena de vehículos abandonados» por etarras en Francia, explicó el oficial de la Sdat, en disminución frente a la media anual de treinta vehículos entre 2009 y 2012. Lo que a su juicio es una prueba más de que los etarras que siguen operando clandestinamente en Francia «no son muy numerosos». En opinión de Hury, no superarían el centenar.

No se descartan atentados

Durante el proceso a Ainhoa Ozaeta, Ekaitz Sirvent y Peio Sánchez Mendaza, miembros del aparato de extorsión de ETA, y a preguntas de una letrada, el experto antiterrorista afirmó que el riesgo de radicalización de un parte del colectivo pese al alto el fuego «sigue siendo posible», dado el descontento de algunos presos. Y no se puede descartar que con dicho arsenal «algunos radicales podrían volver» a los atentados.