La Policía, tras las huellas de los «lobos solitarios» en España

La Policía española sigue la pista de la presencia en nuestro país de varios individuos de los que se ha dado en llamar «lobos solitarios», integrados en el terrorismo islamista, y que, según fuentes conocedoras del asunto, consultadas por LA RAZÓN, no se trata de personas que puedan actuar al margen de las estructuras de Al Qaeda, sino todo lo contrario.

La preocupación sobre la existencia de este tipo de «yihadistas» (luchadores) se ha acrecentado al perderse la pista de su ideólogo y fundador, Mustafa Setmarian, al que se creía encarcelado en la prisión siria de Alepo, pero del que no se sabe nada desde hace algunas semanas. Nacido precisamente en la citada ciudad siria, es uno de los principalres ideólogos de Al Qaeda y se le atribuye la autoría de un libro, difundido por Internet, en el que hace un llamamiento a la «resistencia islámiga global» que debía ser llevada a a cabo por individuos aislados o por grupos autónomos difíciles de detectar.

Lo ocurrido en Francia con Mohamed Merah, autor de varios asesinatos en la ciudad francesa de Toulouse, en marzo del año pasado, y la reciente detención en Valencia del marroquí Mohamed Echaabi, que será presentado hoy en la Audiencia Nacional, han encendido las luces de alarama entre los servicios policiales de todo el mundo encargados de combatir este tipo de terrorismo.

España, como país de paso desde África hacia otras naciones europeas, puede haber sido elegido por Al Qaeda para mantener en situación «durmiente» a alguno de esos «lobos solitarios» tras haber recibido una formación básica, en el uso de armas y explosivos, en las bases que la red terrorista tiene en Afganistán, Pakistán y otras zonas del mundo.

Aunque se pueda pensar que estos individuos comienzan a actuar de «motu propio», lo que, en algún caso, por el nivel de fanatización, sería posible, lo cierto es que responden a las órdenes que reciben, normalmente a través de internet. No hace falta que se trate de mensajes dirigidos directamente a ellos, facilmente detectables por las Fuerzas de Seguridad, sino la simple publicación de comunicados de carácter global o mensajes de los cabecillas de Al Qaeda a toda la red, los que contienen la consigna, previamente acordada, para que traten de cometer atentados.

Aunque España tiene la ventaja de su situación geográfica, lo cierto es que también conlleva las dificultades de todo tipo que encuentran para hacerse con armas y sustancias con las que fabricar explosivos, en especial después de los atentados del 11-M en Madrid. Por ello, los «yihadistas» «duermen» en nuestro país a la espera de trasladarse a otros, donde dispongan de material y armas.

En los manuales que estos terroristas consultan en internet, se les recuerdan las consignas y medidas de seguridad que deben seguir. En uno de ellos, se explica que el contenido del texto va dirigido «a los amantes de las operaciones de martirio y los hermanos que buscan llevar a cabo una operación que provoque una masacre de grandes dimensiones y que haga temblar los cimientos de los enemigos del bien». A este respecto, se subraya que la «yihad individual es lo más indicado y ha empezado a dar resultados importantísimos».