La primera medida: la red de viviendas de Botella

De la promesa electoral de Manuela Carmena de «poner todos los medios y recursos municipales para la paralización de desahucios y desalojos de primera vivienda y para garantizar una alternativa habitacional», una semana después de su llegada al Ayuntamiento de Madrid ya sólo queda la segunda. A principios de semana, su «número 2», la concejala de Equidad, Marta Higueras, ya reconoció públicamente que «no podemos parar los desahucios, sólo dar soluciones de habitabilidad», una medida que existe en el Ayuntamiento de Madrid desde que Ana Botella tomara posesión como alcaldesa en 2011. Es la llamada «red de viviendas solidarias», que cuenta con más de 200 pisos y que acoge a familias con ingresos que no superan 2,5 veces el IPREM (18.640,00 euros) y que o ya hayan sufrido un desalojo, o tengan notificación de lanzamiento o que no pueden afrontar el coste de su vivienda. La cesión se hace por tres años prorrogables uno más y con una mensualidad que no puede superar el 20% de la renta familiar. En ningún caso el coste del alquiler podrá ser inferior a 65 euros.

Curiosamente ésta no es la única medida que Carmena quiere copiar de Ana Botella, esta semana ya ha reconocido que el plan de comidas para niños sin recursos de la ex alcaldesa, que da alimento a domicilio a las familias necesitadas, es mejor que el que ella tenía previsto aprobar para este verano, por lo que dejará el de Botella.