Elecciones generales
La remontada depende de Cataluña
Los meses siguientes a las elecciones generales de junio de 2016, en las que el PP obtuvo el 33.0% del voto válido, son testigos de un avance del PP que superará el 36% del voto en el mes de octubre de ese año y que mantendrá durante un semestre consecutivo, llegando al 37% en el mes de marzo de 2017, su máximo en esta legislatura. Pero todo comienza a torcerse hace un año tras la dimisión forzada del presidente de la Región de Murcia, Pedro Antonio Sánchez. Abril de 2017 simboliza el inicio del descenso del PP que ha continuado mes a mes hasta la actualidad.
A diferencia de otras crisis del pasado, las vividas durante el primer gobierno de Rajoy (2011/2015), esta es la más profunda y prolongada, Son doce meses de caída sin solución de continuidad. Este año «horribilis» del PP tiene un componente más político que de coste por corrupción política. Comenzó con la crisis de la Región de Murcia, al tiempo que cogía de pleno la rebelión en Cataluña por la que el Gobierno de la Nación ha pagado un precio político por respetar el Estado de Derecho. Al que hay que añadir un cuarto componente, el Congreso de Ciudadanos en febrero de 2017, que consagra su giro a la derecha y que buscaba el enfrentamiento directo con el PP para disputarle parte de su electorado.
En las crisis anteriores sufridas por el PP, acabó recuperándose electoralmente, volviendo a los pocos meses del estallido de cada uno de estos escándalos a niveles de voto del 33%, los que lograría en las elecciones generales de junio de 2016. En la encuesta electoral nacional de NC Report para LA RAZÓN de primeros de abril, la situación es muy difícil para el PP, ya que solo tiene una expectativa de voto de 6,0 millones de votos, frente a los 5.6 millones de electores de Ciudadanos. La suma del PP y CS es de 11.6 millones de votos y del 50.6% del voto válido, lo que en conjunto les otorgaría la mayoría absoluta en el Congreso. Pero el PP tiene posibilidades de remontar, sin dañar a la mayoría del centro derecha, dada la constatación de los vasos comunicantes entre los votantes del PP y CS, Ya que los votos que perdiese CS pasarían al PP. En líneas anteriores se ha diagnosticado las causas del retroceso del PP, siendo más importantes las de índole política que las de corrupción, ya que de éstas últimas acaba recuperándose pero no de las primeras.
Por lo tanto la remontada del PP pasa por tomar la iniciativa en Cataluña y remodelar el Gobierno para comenzar el nuevo curso político en septiembre con un ejecutivo con mayor perfil político que rebaje sustancialmente la presión fiscal a la que se ha sometido a la clase media, antaño votante del PP y ahora en brazos de Rivera, para vuelva a confiar en los populares, así como restablecer las relaciones con la Iglesia. También debe congregar a millones de nuevos votantes con un plan que ponga fin a las desigualdades por razón de la comunidad y terminar con la persecución o discriminación del castellano. Pero ese gobierno también debe tener un perfil que atraiga votantes del centro-izquierda, garantizando con un pacto de Estado las pensiones. Rajoy debe transmitir la seguridad a los españoles de que se mantendrá la unidad de España y que la recuperación económica llegará a toda la sociedad. Pero además el PP debe afrontar una brecha generacional, en la actualidad el PP es el partido más votado por los mayores de 44 años, pero ente los 18 a 44 años es el cuarto partido en voto. Mientras que Ciudadanos es ya el más votado entre los 30/44 años y es segundo en el segmento de 18/29 años.
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