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La trama pensaba ganar entre 4 y 6 millones al adjudicar las ITV

La Razón
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La «estructura» que formaban unos empresarios catalanes y el secretario general de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), Oriol Pujol, tenía muy claro que había que mover todos los obstáculos para que la Generalitat volviese a convocar el concurso para las adjudicaciones de las estaciones de servicios de las ITV. Ése es el primer paso, para, a continuación, mover todos los hilos necesarios dentro de la Administración autonómica para que a ese grupo le tocara parte de la «tarta», y en esa faceta es en la que iba a tener un papel predominante el dirigente convergente, hasta el punto de que, públicamente y estratégicamente, defendería la liberalización del sector, pero esto sólo figuraría como mera fachada para que sus socios, y él mismo, tuviesen esas adjudicaciones.

El interés era obvio. Esas adjudicaciones llevaban el «premio» de muchos millones de beneficios que podrían lograr los concesionarios. En esta caso, las previsiones la situaban entre los cuatro y seis millones de euros: «Con este proyecto de las ITV intentan obtener entre 4 y 6 millones», señala el informe final realizado por la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional.

En esta operación, Oriol Pujol figura como un «socio del grupo inversor» que va a aportar «influencia política, contactos y dirección de los proyectos». Sus instrucciones las iba a canalizar a través de Sergio Alsina o del ex consejero de Interior Josep Tous, mientras que los contactos con Sergio Alonso iban a tener lugar, principalmente, en reuniones y comidas, pero nunca por teléfono.

En uno de esos encuentros, destaca la UDEF en su dictamen el contenido de una conversación telefónica mantenida por el dirigente de CDC con Alsina (pag. 48), de la que se desprende la estrategia que iba a seguir Oriol, una especie de «táctica del despiste». Así, señala que «Oriol plantea realizar el concurso y después definir los lotes a distribuir, señalando que si sale Convergencia y Unió ("que soy yo"), será para encubrir que al final lo sacarán a concurso», para, posteriormente, «hacer los lotes».

Una de las conclusiones del informe lo especifica de forma muy gráfica: «Operan en el ámbito de la Administración, analizándolas posibilidades de que se defina un nuevo mapa de ITV en Cataluña y se lleve a cabo un concurso donde optar a ser adjudicatarios. Oriol Pujol es el definidor del sistema a emplear, indicando que la idea que tiene es llevar a cabo el concurso y después definir los lotes a distribuir, aunque lo encubrirá manteniéndose firme hasta el final, apostando por la liberación del sector».

Por último, y para el buen fin de esa proyecto, crean una estructura que dé cobertura a esa operación «opaca y poco transparente, con el fin de ocultar a los beneficiarios últimos de la misma».