La vuelta al cole de Cañamero

Interior busca a los sindicalistas que ayer asaltaron un centro comercial y se llevaron material escolar por valor de más de 2.000 euros

Todo estaba planeado «de manera secreta». Más de 200 miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) se concentraron ayer en los aparcamientos de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla en torno a las 11:00 horas. Pusieron allí el foco de atención, mientras alrededor de una treintena de jornaleros se desplazaba hacia el Carrefour del barrio de Montequinto, en el municipio de Dos Hermanas. Una vez en el establecimiento llenaron diez carros con material escolar valorado en unos 2.000 euros que «expropiaron».

¿Cómo lograron sacarlos de la superficie comercial? Jugando al despiste de nuevo. Un aparente matrimonio con una compra de comestibles afirmó en la caja que no la pagaría. Mientras los guardias de seguridad afrontaban esa situación, los sindicalistas sacaron los cuadernos, lápices y demás útiles para estudiantes de forma apresurada.

El cargamento fue depositado en distintos vehículos al ritmo de sus habituales consignas del tipo «contra el paro, lucha obrera», mientras empleados y clientes del hipermercado esperaban la llegada de la Policía Nacional.

Antes de desaparecer del escenario, el portavoz estatal y secretario general del sindicato, Diego Cañamero, se colocó en la puerta de entrada y se justificó. Lo hizo hacia fuera, clamó en la calle contra la «estafa» del sistema, y hacia dentro. Habló con los responsables del Carrefour quienes le reprocharon las formas.

«Me apuntaron que ellos donan muchas cosas y les pedí que lo hicieran con los diez carros y así nosotros habríamos puesto la mano de obra voluntaria», llegó a desvelar a LA RAZÓN.

Para el lugarteniente habitual del diputado de IULV-CA Juan Manuel Sánchez Gordillo –quien no participó en esta acción–, su «gesto simbólico» se justifica por hechos como que «en Andalucía existan dos millones de personas por debajo del umbral de la pobreza». «Desde 2007 –añade– han desahuciado a 86.000 familias y hay 400.000 sin ninguna prestación que no tienen para comprar a sus hijos lo que necesitan para la vuelta al cole». Dice que lo «expropiado» se repartirá por «lotes» y se entregará «en colegios andaluces y a familias necesitadas».

Los vehículos de sindicalistas y policías se cruzaron a la salida del centro. Esta vez, Carrefour no presentará denuncia. A diferencia de lo que sucedió en agosto de 2012, cuando los sindicalistas se llevaron de otra gran superficie alimentos, no se produjo ningún altercado con los empleados.

Cabe recordar que en el verano del año pasado se sucedieron los asaltos por parte del SAT a supermercados en distintos puntos de Andalucía como Écija (Sevilla) o Arcos de la Frontera (Cádiz). A lo que hubo que sumar escenas de tomas de fincas como la militar Las Turquillas, en Osuna (Sevilla), o el Palacio de Moratalla, en Hornachuelos (Córdoba). Imágenes que provocaron que incluso desde IU se aseverara que Gordillo estaba «fuera de control».

Ya en 2012, en junio, le tocó el turno a la finca Los Carrizos, propiedad del ex banquero Mario Conde. El goteo de episodios no cesa y el Ministerio del Interior dejó claro ayer que se identificará a quienes llevaron a cabo el nuevo asalto para detenerlos y ponerlos a disposición judicial. Se actuará «con toda firmeza» ante lo que el PP-A tildó de «demagogia delictiva». Cañamero no dudó en responder: «Que se preocupe el ministro de la corrupción y no de una denuncia pública sin violencia», lanzó.