Largas colas en Veracruz, que cumple 500 años, para ver el “Juan Sebastián de Elcano”

Veracruz, México. Este ha sido nuestro tercer puerto extranjero y quinto en lo que va de crucero de instrucción. Las ganas por ver nuestro buque-escuela eran gigantescas, y tanto fue así que los días que hubo visitas a bordo, no paraba de llegar más y más gente. El malecón de la ciudad se llenaba de jarochos (de Veracruz) y boquenses (de Boca del Río) atraídos por el “Embajador y Navegante”.

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Puerto importante éste, porque al igual que comenzamos este año la celebración del centenario del hito de nuestro marino vasco de Guetaria, que da nombre a nuestro bergantín-goleta, esta ciudad cumple también 500 años de su fundación a manos de otro ilustre español, como fue Hernán Cortés. Nos da mucha pena que se trate de manchar el nombre de España y de este gran explorador, pues hay gentes que no ven su figura con el mismo tamiz que lo hacemos nosotros. Nuestra opinión a favor del conquistador extremeño está basada en charlas que nos impartieron grandes catedráticos mexicanos en nuestra visita a Veracruz y, por supuesto, en la lectura de algún que otro libro. Y si bien su participación en la historia pudiera crear controversia, no hay duda que contextualizada en su época, fue un gran personaje para la historia de España y América, así como para la vertebración del mundo tal y como hoy lo conocemos. De hecho, los alcaldes de Veracruz y Boca del Río (municipio contiguo al primero) “presumían” de que Veracruz fue el primer municipio en la América continental y Hernán Cortés su primer alcalde. Y ambos estaban deseando celebrar su 500 aniversario.

► Así es un día, hora a hora, a bordo del “Juan Sebastián de Elcano”

De nuestra visita a Veracruz cabe destacar el amplio programa de actividades en el que participamos, y es que si intensa es nuestra vida a bordo, no lo es menos en nuestras escalas.

Visitamos la “Heroica Escuela Naval Militar”, con unas magníficas instalaciones, sin duda a la altura de un país de las dimensiones de México, y dónde pudimos comprobar la preparación de sus alumnos (los cadetes), con quienes intercambiamos experiencias, tanto de la vida en la escuela naval, como a bordo de un buque-escuela, pues su marina dispone del “Cuauhtémoc”, un bello velero construido en Bilbao.

Tuvimos dos recepciones fuera del barco, una en el Círculo Mercantil Español, donde como tantas veces, sentimos el cariño de los españoles residentes en esta parte del mundo, “por traerles un pedacito de España”. Y otra organizada por el ayuntamiento de Boca del Rio y que tuvo a bien nombrar a la dotación y guardiamarinas como “visitantes distinguidos”, lo que no hace más que ahondar la percepción del cariño que produce la llegada de los cuatro palos del “Elcano”. Y como es habitual, la tercera recepción fue a bordo, el penúltimo día, para poder corresponder a todos los mexicanos y españoles que nos recibieron con los brazos abiertos en esta ciudad.

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Para aprender un poco de la historia de la ciudad, visitamos el fuerte de San Juan de Ulúa, dato curioso es que, además de haber funcionado como cárcel, residencia y polvorín; sus muros están construidos con coral.

Y aprendimos también que la ciudad de Veracruz fue 4 veces heroica, por eso se denomina la “Heroica Villa de Veracruz”, porque repelió cuatro ataques a su ciudad: en 1826, 1838, 1898, y 1914. Poco antes de partir, la mañana del domingo, realizamos también una ofrenda conjunta con la Armada de México a los “Héroes Navales de Veracruz”, en un monumento que se encuentra en el malecón de la ciudad, junto a donde permaneció atracado el buque.

Nos gustaría también destacar a nuestra unidad de música, la cual ofreció un concierto en la Plaza de la Republica, que contó con una masiva afluencia de público y que desbordó todas las previsiones de la organización, interpretando temas tan españoles como pasodobles o ‘Las Corsarias’, canciones típicas mejicanas, pasando por algún tema más actual, que hicieron incluso bailar a algunos de los asistentes.

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Para nosotros México es un gran país, su gastronomía, su belleza, sus gentes... y un largo etcétera de razones que hacen, de este antiguo dominio español, un destino que recomendamos y al que sin lugar a dudas trataremos de volver. Pero antes de eso volveremos a escribir unas líneas para usted, y será llegando ya al puerto estadounidense de Pensacola.