Elecciones generales

Las tres familias de votantes de Podemos

Pablo Iglesias lidera un partido heterogéneo con un cuerpo de electores de procedencias dispares

La Razón
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Podemos no es partido homogéneo, por una parte está la organización que lidera Pablo Manuel Iglesias y otro es el cuerpo electoral, es decir sus votantes. A sus dirigentes ya los conocemos y sus activistas o militantes los podemos cuantificar en unos pocos centenares de miles pero para acercarnos a la composición electoral de Podemos debemos retroceder a las elecciones del 20-D y saber quién es el votante de Podemos, y descubrir a tres grandes familias de votantes.

Los votos procedentes de ex votantes del PSOE e IU en las elecciones anteriores de 2011 representaron en conjunto el 37,1% del voto de Podemos. Otro 32,4% del voto podemita procedía de los que se abstuvieron en 2011 pero que en 2008 votaron opciones de izquierda moderada, en su inmensa mayoría a Zapatero. Por lo que el 69,5% de los votos de los de Iglesias podemos ubicarlos en ex votantes del PSOE e Izquierda Unida.

Si a ellos unimos el 11,1% del voto de Podemos que procede de fuerzas radicales de izquierda, obtenemos que un 80,6% son ex votantes del PSOE, IU e izquierda radical.

Otro 9,9% del voto de Podemos de 2015 procede de los que estrenaron mayoría de edad el 20-D, pero que se ubican en prácticamente su totalidad en la izquierda.

Los ex votantes del PP representaron el 8,0% y los exvotantes de UPYD el 1,4%.

Con estos datos podemos segmentar en tres grandes familias al votante de Podemos el 20-D: antiguos votantes del PSOE: 55,5%, antiguos votantes de IU y otros partidos más a la izquierda de los socialistas y nuevos electores: 35,1%. Exvotantes de centristas: 9,4%.

Por lo que poco más de un tercio del electorado de Podemos se puede considerar situado a la izquierda del Partido Socialista y en clara sintonía con la élite dirigente de este partido leninista. Mientras que el 64,9% es compatible con opciones moderadas, principalmente con el PSOE y en menor medida con PP y UPYD.

No obstante este electorado tan plural cierra filas con la jefatura del partido en sus políticas de alianzas, en las encuestas de NC Report para LA RAZÓN realizadas en el mes de marzo, se constataba que los votantes de Podemos preferían en un 78,2% un pacto de gobierno entre PSOE, Podemos e Izquierda Unida, cuando el conjunto del censo español mostraba su preferencia en primer lugar por la gran coalición de PP, PSOE y Ciudadanos, con un 41,8% frente al gobierno de las izquierdas con el 31,2%.

Del mismo modo los votantes de Podemos rechazan de forma amplísima el acuerdo PSOE-Ciudadanos con un 84,7% y aprueban con un 81,5% que Iglesias sea vicepresidente de Sánchez y rechazarían en un 90,4% que el PSOE facilitara la investidura de Rajoy, mediante su voto afirmativo o con su abstención.

Ante este panorama no es de extrañar que la dirección de Podemos esté barajando la posibilidad de consultar a sus bases la política de pactos, pues con estos datos se respaldaría la política de entendimiento con el PSOE e IU para intentar formar un gobierno tripartito con los 161 escaños de las tres formaciones de izquierda, pero para ello sería indispensable que Ciudadanos se abstuviera en la investidura para que los votos contrarios fuesen los 123 del PP y no tendrían trascendencia los 26 votos de nacionalistas y regionalistas.