Día de las Fuerzas Armadas

Leonor también habla catalán

La heredera dará su primer discurso el viernes en Oviedo pero donde empezará a fajarse como Reina será el 4 de noviembre cuando intervenga en Barcelona en los premios Princesa de Girona

La Princesa Leonor y la Infanta Sofía durante el desfile de las Fuerzas Armadas, ayer/ Jesús G. Feria
La Princesa Leonor y la Infanta Sofía durante el desfile de las Fuerzas Armadas, ayer/ Jesús G. Ferialarazon

Como últimamente parece que todo lo que acontece en la vida pública española está teñido de polémica cuando no de hartazgo, la presencia ayer de los Reyes y sus hijas en el desfile de la Fiesta Nacional, vino a poner una nota de normalidad, pero también de tranquilidad en una institución que tampoco ha sido ajena a lo sucedido en los últimos años. La crisis económica, el desafío independentista catalán, la corrupción, la crisis de la vida política, o la repetición electoral, podían dejar de afectar a la monarquía. Tampoco vamos aquí a recordar el papel jugado por Felipe VI en todas estas cuestiones. No en vano, su llegada al trono vino precedida de la renuncia de su padre y de la entrada en prisión de su cuñado.

Pero desde su proclamación, el papel del Rey ha consistido en no moverse –que diría Rajoy– y aportar a las crisis vividas esa templanza que otorgan las leyes y el cumplimiento escrupuloso de su papel de Jefe del Estado.

Así las cosas, en una semana que promete ser decisiva por la sentencia de los presos encarcelados del procés, la hija mayor de los Reyes, la Princesa Leonor, se dispone a vivir un particular momento de interés mediático e institucional.

Todo empezó ayer con su presencia en el desfile. Pero el atracón de la Heredera comienza la próxima semana. Como el 31 de octubre doña Leonor cumplirá 14 años, en Zarzuela han pensado que ya ha llegado el momento de que pronuncie su primer discurso, y este tendrá lugar el próximo día 18 en Oviedo cuando acuda a la entrega de los premios Princesa de Asturias.

Tal eventualidad ha provocado la mayor avalancha mediática que se recuerda en la entrega de los galardones. Sin duda la vida nacional está deseando convertir en noticia cualquier buena noticia que pueda producirse. Y esta es la ocasión.

Hay que recordar que su padre, Felipe VI, debutó en estas lides con 13 años, la misma edad que ella, pero también es pertinente señalar que la Princesa de Asturias ya pronunció el primer discurso en su pasado cumpleaños al leer un artículo de la Constitución. Fue breve la lectura, como sin duda lo serán sus palabras en Oviedo. No tiene mayor trascendencia sino la que señalaba al comienzo de estas líneas: constatar la normalidad y la tradición de la Corona. Pero en los tiempos que corren no es poco.

El plato fuerte no será la excursión a Asiegu (Cabrales) –75 habitantes– para entregar el premio al Pueblo Ejemplar, sino lo que vendrá después, el 4 de noviembre: la entrega de los premios Princesa de Girona en Barcelona.

Después de la cantada que supuso en la pasada edición entregar los premios en el restaurante de los hermanos Roca, este año se ha querido solemnizar el acto y serán anunciados en el Palacio de Congresos de Barcelona. No es mala decisión el traslado a la Ciudad Condal, habida cuenta de que Marta Madrenas sigue de alcaldesa y podría volver a impedir celebrarlos en Gerona por encontrarse el Palacio de Congresos en obras o por cualquier otra sandez que se le ocurra. Pero esta vez el discurso –y la visita real– se producirán después de la sentencia. No tengo ninguna duda de que los independentistas intentarán utilizar el viaje para protestar, pero también el Estado deberá volver a hacerse presente en Cataluña–como ha venido siendo habitual– a través de los Reyes.

A la entrega de los premios –donde se esperan unas palabras de doña Leonor en catalán– seguirá una recepción al día siguiente. No está mal que la Heredera se faje en su trabajo. Y así además aprende como los reyes también se ganan el trono en Cataluña. Como su abuelo y su padre.