Política

Caso Bárcenas

Liaño dice que Bárcenas no sabía nada de los SMS

Javier Gómez de Liaño y su esposa, la letrada María Dolores Márquez de Prado, a su salida esta tarde de la prisión de Soto del Real
Javier Gómez de Liaño y su esposa, la letrada María Dolores Márquez de Prado, a su salida esta tarde de la prisión de Soto del Reallarazon

El abogado Javier Gómez de Liaño, que ayer visitó durante dos horas a Luis Bárcenas, en la cárcel de Soto del Real, aseguró a la salida del centro que su cliente (ni él tampoco) sabían nada de la publicación de los SMS telefónicos cruzados con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. El letrado acudió a preparar la declaración que Bárcenas prestará hoy ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz. Según informaron a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto el ex tesorero pasó el día, hasta la llegada de su abogado, tranquilo, sin relacionarse con ningún otro recluso, salvo su compañero de celda y degustando el rancho del día. Los domingos, en Soto del Real se suele servir en la comida un cocido madrileño, extremo que no pudo ser confirmado aunque se daba por supuesto. Luis Bárcenas no cambió ayer las costumbres que mantiene desde que ingresó en el módulo IV del centro penitenciario. El recluso acudió, como todas las mañanas, a desayunar a las

8:30, donde le esperaban el café, la leche o el chocolate y el bollo de pan con mantequillas o croissant. Todos estos se fabrican en la propia cárcel, que dispone de una panadería industrial. Los 100 euros de pecunio que le ingresa su familia se los gasta, casi íntegramente, en la adquisición de puros «Farias» (no es cierto que haya accedido a los de otra marca), que consume de manera constante.

Frente a los reclusos que a la salida de la cárcel pretendían presentar al ex tesorero como una especie de padre-benefactor, que se relacionaba con todos, las mencionadas fuentes recuerdan que los presos que hicieron esas manifestaciones pertenecían al módulo ocho y no tenían, por lo tanto, ningún contacto con él. Así pues, la vida de Bárcenas es mucho más monótona de la que, de una forma un tanto novelesca, pretenden presentar algunos, como si de un «capo» se tratara. Es un recluso más que, eso sí, en las últimas horas ha dedicado ciertas horas a preparar su defensa y, en concreto la declaración que, si lo tiene a bien, prestará hoy ante el juez Ruz.

Se da como seguro, el propio Gómez de Liaño lo comentó, que las últimas «filtraciones» que se han producido sobre el «asunto Bárcenas», y que han coincidido en el tiempo con la renuncia de los letrados que hasta hace unos días llevaban su defensa y la designación de nuevo abogado, habrán estado presentes en la conversación mantenida ayer en la cárcel.

Sin embargo, dado el secreto que deben mantener los letrados no es posible conocer el contenido de la reunión, lo que, por otra parte, iría en contra de cualquier estrategia de defensa. La tranquilidad demostrada por Bárcenas desde que ingresó en Soto del Real hace pensar, según otras fuentes, que tenía medidos los pasos que iba a dar a partir de ese momento, incluida la conversación que mantuvo con anterioridad con el director de un periódico, el cambio de abogado y las subsiguientes filtraciones. Sin embargo, de su comportamiento dentro del centro, la nula relación con otros reclusos que no sea su compañero de celda y el trato con los funcionarios, nada se puede traslucir en una persona que no tiene problemas para mantener, al menos en apariencia, un cierto autocontrol.