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Una labor de «despacho» permite localizar un zulo de ETA con material para fabricar un coche bomba

El escondite pertenece al 'comando Erreka' desarticulado en 2011 y que custodió la mayor cantidad de explosivos de la banda

Un experto en desactivación de explosivos de la Guardia Civil, Tedax, durante la labor de investigación
Un experto en desactivación de explosivos de la Guardia Civil, Tedax, durante la labor de investigaciónlarazon

La labor de despacho, el repaso de antiguas diligencias y el cuadrado de datos, han permito a la Guardia Civil la localización de un zulo de ETA en Irún que contenía materiales con los que se podía haber fabricado un coche bomba de gran potencia

La labor de despacho, el repaso de antiguas diligencias y el cuadrado de datos, han permito a la Guardia Civil la localización de un zulo de ETA (que perteneció al “comando Erreka), en la localidad guipuzcoana de Irún que contenía materiales con los que se podía haber fabricado un coche bomba de gran potencia, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas.

El “Erreka”, desarticulado en 2010, tenía escondido en un caserío una importante cantidad de explosivos, con la que suministraba a distintos zulos, que después eran utilizados por células de la organización criminal.

“La banda se tiene que dar cuenta de que vamos un paso por delante y que cualquier movimiento o material que quieran mantener guardado será descubierto tarde o temprano por la Guardia Civil", agregaron.

La localización del zulo se ha producido en un paraje rural de Irún y, según una primera exploración, contiene siete bidones con material explosivo.

Las primeras investigaciones indican a que el escondite no tenía actividad reciente. Los investigadores creen que el zulo pudo ser utilizado por ETA para suministrar material a algún “comando” que operaba en la zona.

El lugar en el que fue encontrado el depósito fue acordonado y expertos en desactivación de explosivos de la Benemérita han accedieron al mismo bajo la dirección de la autoridad judicial de la Audiencia Nacional.

Tras la destrucción de los materiales explosivos, el resto serán enviados al Servicio de Criminalística del Instituto Armado para que trate de localizar huellas y rastros de ADN con los que poder identificar a los etarras que hayan pasado por el escondite. De lograrlo, podrían ser esclarecidos actos delictivos cometidos por los “comandos” la banda criminal y ser detenidos individuos que, si no están la cárcel por otras causas, ser detenidos para que respondan de sus responsabilidades penales.