Opinión

El lodazal de Sánchez

El líder socialista ha perdido la esperanza de que le vean como la mejor opción, por eso ha optado por intentar demostrar que todos son iguales y que, de entre todo el lodazal, él es lo menos malo

Sesión de control al Gobierno en el Senado
Sesion de control al Gobierno en el Senado. El presidente del Gobierno, Pedro Sanchez. © Jesús G. Feria. © Jesús G. FeriaLa Razón

Cataluña se ha convertido en un polvorín. Las encuestas electorales vaticinan una dura lucha entre ERC y Junts. Ambos, con una diferencia de medio punto, podrían sacar entre 29 y 32 diputados.

Aunque el PSC parte con ventaja, habrá que esperar a lo que pasa en Girona y Lleida que, con menos población tienen más peso en número de diputados y están claramente sesgadas hacia el independentismo.

En todo caso, es impensable que ERC o Junts apoyen a Illa en una investidura. Todo apunta a que los separatistas seguirán siendo mayoría en el Parlament y, queda por dilucidar si la presidencia de la Generalitat será para los republicanos o para los exconvergentes.

No es descartable que, si fuese necesario, Illa termine dando su apoyo al independentismo a cambio de que Puigdemont y Junqueras den su voto al gobierno en Madrid.

En este escenario, la estrategia de Pedro Sánchez habrá sido nefasta en todos los territorios de España, en los que se ha desangrado el Partido Socialista e inútil en Cataluña.

Por otro lado, la ley de amnistía se ha encontrado con obstáculos en el Senado que, como mínimo, retrasará un par de meses su aprobación. Se podrá dar la circunstancia de que Puigdemont gane la pugna con ERC, pero no pueda tomar posesión de la presidencia porque no pueda acogerse aun a la amnistía.

Todo un espectáculo propio de una república bananera, pero que no causan mayor impacto en la sociedad española porque Sánchez se ha encargado de vacunar a los españoles durante los últimos siete años.

Para mantener las filas prietas, más polarización. Si salta un escándalo con la compra de mascarillas que afecta a varios miembros del gobierno, se contraataca con el 11 M del año 2004.

Si se denuncia que Begoña Gómez hace negocios con Air Europa justo antes de que su esposo le conceda una subvención millonaria, se despliega una ofensiva contra el novio de Ayuso que cobraba comisiones del ministerio de Illa. A Sánchez no le interesa la limpieza en política y la lucha contra la corrupción, de lo contrario habría tomado medidas hace dos años, solo actúa cuando le interesa.

El líder socialista ha perdido la esperanza de que le vean como la mejor opción, por eso ha optado por intentar demostrar que todos son iguales y que, de entre todo el lodazal, él es lo menos malo. Algunos piensan, en cambio, que él es el responsable del barro de la política española.