El desafío independentista

Los CDR detenidos: "El traidor lo tenemos dentro. Están pasando cosas muy extrañas"

En una conversación intervenida el 8 de octubre de 2018 a dos de los integrantes de los CDR en prisión provisional, Ferran Jolis, presunto responsable informático y de la seguridad de las telecomunicaciones, y Xavier Buigas – quien según la investigación utilizaba su masía para reuniones clandestinas del grupo y almacén de material –, el encargado de la seguridad informática del Equipo de Respuesta Táctica (ERT), la rama más radical de los CDR, recela de la existencia de algún infiltrado: «A mí me parece que el Foxy lo tenemos dentro, el traidor lo tenemos dentro. Están pasando cosas muy extrañas últimamente».

Ambos charlan sobre una posible acción en Perpiñán (Francia), «cosas raras, pero no cortar». «¿De qué espacio dispondremos? ¿Qué infraestructura? ¿Podremos usar material? –se pregunta Jolis–. Porque a veces se montan allí unas barricadas, entiendes. Compramos una M50, sabes lo que te quiero decir (ríe)». Buigas le replica: «La barricada principal es la gente». «Hablamos de 10, 20, 30.000 personas». De eso, aclara, se encarga «esta gente (su CNI)», que «nos está haciendo una barricada muy buena».

E incluso sostiene que «una de las cosas que les vendría bien es una pistola de escuchas de voz para intervenir las telecomunicaciones sobre las instrucciones que se den entre, por ejemplo, comandancias y delegación (comunicaciones policiales)».

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Asimismo, Jolis explica en otra conversación a su interlocutora, Mireia B. S., que «se ha ido por toda Cataluña dando formación a los CDR, que la última fue en la Vall d´Aran, y que al llegar allí le dijeron que se quedara en un hostal de uno de los CDR, que no le iban a registrar el hospedaje y que lo tenía todo pagado, que él todo lo que hace lo hace de forma clandestina».

En un momento dado, incluso llega a reconocer que «se está jugando el culo porque si lo pillan le van a meter terrorismo y banda organizada», y se justifica añadiendo que «no hace delitos de sangre ni amenazas, pero que a veces sí cruza la línea».

Tras recomendar a su interlocutora que «tenga cuidado con los mensajes que manda» y que «utilice una aplicación para el móvil llamada Xredit» que borra los mensajes «de forma permanente», emplazando para verse y así «le pondrá el móvil de forma segura», Jolis le advierte de que «las cosas normales las hable tranquilamente», pero que «limite su uso de Facebook para que no se meta en problemas».

Jolis le aclara que ya no está «como antes» con los CDR, porque «no puede estar trabajando con Policía y ser clandestino a la vez» y le cuenta que ha creado «un equipo bastante bestia» y que «coloca en pareja a su gente».

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