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Los «contrasocios» de Sánchez: Podemos, Bildu y ERC contra el G7

El líder del PSOE acudirá mañana como invitado a la reunión de las siete principales potencias en Biarritz, mientras varios diputados de Podemos apoyan la «contracumbre» en Irún.

Sánchez mantuvo ayer un encuentro con la Selección de baloncesto antes de su participación en el Mundial de China / Efe
Sánchez mantuvo ayer un encuentro con la Selección de baloncesto antes de su participación en el Mundial de China / Efelarazon

El líder del PSOE acudirá mañana como invitado a la reunión de las siete principales potencias en Biarritz, mientras varios diputados de Podemos apoyan la «contracumbre» en Irún.

La hoja de ruta de Moncloa para poder superar una segunda investidura en el mes de septiembre pasa ineludiblemente por reeditar los acuerdos que Pedro Sánchez logró en la moción de censura que le convirtió en presidente en 2018. Constatado el «no» del PP y de Cs, los socialistas necesitan el «sí» de Podemos y de los partidos independentistas. Sin embargo, la crisis del «Open Arms» y la celebración de la cumbre del G7 en el sur de Francia, a la que asistirá el presidente español como invitado, han puesto de manifiesto esta semana la enorme distancia existente entre el PSOE y sus potenciales socios.

Especialmente significativa es la situación que se ha suscitado a ambos lados de la frontera franco-española con motivo de la reunión que mantendrán los líderes de las siete principales potencias del mundo. En suelo francés, en Biarritz, se celebrará el G7 entre extraordinarias medidas de seguridad. En territorio español, en Irún, tiene lugar desde hace días la contracumbre, una suerte de reunión de asociaciones y partidos políticos de izquierdas y anticapitalistas en protesta contra el G7. A la primera cita, acudirá Sánchez. A la segunda, sus socios. Hasta cuatro diputados de Unidas Podemos en el Congreso han anunciado que estarán en la contracumbre. Algunos de ellos con especial peso dentro del grupo confederal, como el dirigente de Equo Juan López de Uralde, que esta misma semana ha sido integrado en el equipo del partido morado de cara a una eventual negociación con el PSOE. Este diputado participó ayer, dentro de la contracumbre, en la mesa coloquio sobre crisis ecológica, social y sistemática: «No nos representa una cumbre a la que asiste el criminal climático Donald Trump, que no sólo niega el cambio climatico sino que frena en foros como éste las iniciativas internacionales para hacerle frente», aseguraba el político ecologista. Junto a López de Uralde, el grupo parlamentario de Unidas Podemos en la Cámara Baja estará representado por Pilar Garrido, Roberto Uriarte y Miren Gorrotxategi. También secundarán la contracumbre ERC –con la intervención por videconferencia de Marta Rovira– y Bildu, con la participación de Arnaldo Otegi y del europarlamentario Pernando Barrena.

La imagen de ambos eventos, con Sánchez junto a los líderes del G7 y de miembros del partido de Iglesias en la contracumbre, no ha hecho sino ratificar a Ferraz en su actual veto a la coalición con Podemos. «Mientras Pedro Sánchez estará defendiendo los intereses de los españoles, Podemos estará en la contracumbre. No se puede ser gobierno y contragobierno», destacaba esta semana un destacado dirigente socialista en el Congreso.

«El G-7 reconoce a España»

No se trata, en todo caso, de un choque menor, especialmente si atendemos a la importancia quedesde Moncloa se ortorga a la presencia de Sánchez este domingo en el G-7. En concreto, el presidente español asistirá a la cena del domingo tras haber sido invitado por el presidente francés, Emmanuelle Macron, a pesar de que España no es miembro de este foro. Fuentes de la Presidencia del Gobierno destacan que esta invitación supone «un reconocimiento a la participación activa y creciente influencia de España y del presidente en los grandes debates globales». Del mismo, esta cita servirá para que, según Moncloa, Sánchez pueda «intercambiar impresiones» con los principales líderes sobre temas «como el combate a las desigualdades, igualdad de género, cambio climático y biodiversidad, transformación digital, cooperación con África y asuntos de política exterior y seguridad». Además de ello, el presidente del Gobierno en funciones mantendrá «encuentros bilaterales con Boris Johnson, en su primera gira internacional como primer ministro británico, y con el presidente del Banco Mundial, David Malpass.

«No nos representan»

Esta visión triunfalista de Moncloa en torno a la presencia de Sánchez en la cumbre del G-7 contrasta con la visión que tiene de este evento su «socio preferente». Para los miembros de Podemos que se han sumado a la contracumbre el G-7 no es más que «un Gobierno de los Primeros sobre los Terceros, de los ricos sobre los terceros, de unos pocos sobre la mayoría. Un gobierno que no nos representa». Se trata en definitiva, tal y como reconocen los cuatro diputados morados, de un «club de privilegiados, que ignorando las estructuras legales que ya existen para ejercer la gobernanza a escala global se autoproclama líder del mundo libre». Un «club de privilegiados» al que acudirá Sánchez y contra el que protestarán sus socios.