Política

Terrorismo yihadista

Los imanes salafistas constituyen el mayor peligro yihadista para España

En lo que va de año han sido expulsados cinco por alterar la seguridad nacional

Yihadista detenido en España
Yihadista detenido en Españalarazon

En lo que va de año, las autoridades españolas han expulsado del territorio nacional a seis musulmanes, cinco de los cuales eran imanes, por ser un peligro para la seguridad nacional.

En lo que va de año, las autoridades españolas han expulsado del territorio nacional a seis musulmanes, cinco de los cuales eran imanes, por ser un peligro para la seguridad nacional. Expertos antiterroristas, consultados por LA RAZÓN, subrayan que se trata de la “punta del iceberg” del integrismo yihadista, un problema creciente.

En nuestro pais hay casi dos millones de musulmanes, de los que más de 700.000 tienen nacionalidad española. La cifra tiene un aumento exponencial por la elevada natalidad de las familias que profesan esta religión.

La inmensa mayoría no pueden ser calificados de yihadistas, en especial los que llevan muchos años entre nosotros y han logrado una integración social. Sin embargo, no ocurre lo mismo con los jóvenes musulmanes, que, como el resto de los españoles de su edad, ven el futuro con preocupación, sobre todo por el problema del paro. Ello, tras la correspondiente manipulación, les hace sentirse como rechazados por el mundo occidental.

Este sector de la sociedad islámica es en el que pretenden incidir los predicadores salafistas-wahawistas. Son los que, en definitiva, defienden las bondades de la yihad (lucha) contra los infieles (cristianos y judíos).

Uno de las ideas-fuerza que lanzan estos individuos, según los manuales que ha conocido este periódico, es el de rechazar cualquier tipo de integración en la “pecaminosa” sociedad occidental.

Los distintos expertos que ha consultado LA RAZÓN señalan la dificultad de cuantificar el número de mezquitas desde la que se lanzan mensajes integristas a los fieles. En abril de 2015, el Ministerio del interior consideraba que un centenar de los 1.300 templos musulmanes existentes entonces lanzaban este tipo de pláticas.

Sin embargo y dando por descontada la necesidad de controlar de algún modo la actividad de las mezquitas, lo cierto es que determinados imanes utilizan locales sin legalizar, centros culturale y de trabajo, y, como ocurría con el último expulsado de El Ejido (Almería), hasta las plantaciones agrícolas, para lanzar los mensajes rigoristas, como primer paso para convertir a los jóvenes en “moujahidines” (soldados de Alá).

Por lo que respecta a Madrid, una de las Comunidades con más musulmanes después de Cataluña y Andalucía, el problema del crecimiento del integrismo se ha detectado sobre todo en el Corredor del Henares, donde se está

extendiendo de una manera más intensa el salafismo-wahabita, una de las interpretaciones más rigoristas del Islam.

Incluso, se ha detectado un fenómeno llamativo: algunos individuos, ya radicalizados, abandonan el Estado Islámico, al entender que ha llevado a cabo una estrategia que no podía gestionar y se le fue de las manos, y vuelven a apoyar a Al Qaeda.

“Pandillas” de 10 o 12 individuos y, por supuesto, algunas mezquitas e imanes, son objeto de vigilancia preferente, ante la posibilidad de que alguno de ellos decidan pasar a la “acción”, convertirse en células organizadas y cometer atentados.

El problema, según las citadas fuentes, es que lejos de disminuir o mantenerse, el fenómeno está en constante aumento, no sólo en el Corredor del Henares sino también en otras zonas de España.

Los musulmanes que han tenido que abandonar España son:

-El pasado 1 de noviembre, el Cuerpo Nacional de Policía expulsó, por la frontera de Beni Enzar, en Melilla, al imán Abdelouahab E., de 40 años, que predicaba en una mezquita de la pedanía de San Agustin de El Ejido (Almería), al evidenciar que sus mensajes constituían un peligro para la seguridad nacional. En la operación, colaboró el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Lo más preocupante para los agentes que han participado en las pesquisas, es que se trasladaba a las numerosas plantaciones agrícolas que hay en la zona para aleccionar “in situ” con consignas salafistas a los musulmanes que trabajan en esas explotaciones. Nada más producirse su salida del territorio nacional, la mezquita fue cerrada ya que estaba en situación irregular. Resulta curioso que haya tenido que desaparecer el “lobo” para clausurar su “guarida”.

El pasado mes de septiembre, los expulsados fueron tres.

--La Secretaría de Estado del Ministerio del Interior ordenó, tras la correspondiente tramitación en la Audiencia Nacional, la salida de España de un súbdito marroquí, detenido por agentes de la Brigada de Información del Cuerpo Nacional de Policía, que pretendía adquirir armas, sobre todo fusiles de asalto, con el fin de dar continuidad a los atentados del 17 de agosto del año pasado en Cataluña.

--El Ministerio del Interior abrió expediente de expulsión a Mohamed Attaouil, imán de la mezquita de Salt (Girona), uno de los principales centros del islamismo salafista en España. Se le habían detectado contactos con la ONG Revival of Islamic Heritage Society (RIHS), considerada como una de las más importantes financiadoras de los centros islámicos desde los que se expande el salafismo por toda Europa. Fue incluida por Estados Unidos en una lista de organizaciones que financian a Al Qaeda.

-- La Policía Nacional expulsó a Marruecos a un individuo de 39 años y que ejercía como imán de la comunidad islámica de La Rábita (Granada) por sus mensajes extremistas y violentos que lanzaba aprovechándose de su influyente papel entre los ciudadanos musulmanes residentes en la provincia. Recriminaba a las mujeres por no cumplir a rajatabla con la vestimenta del Islam y no usar el niqab. Además, promovía actividades de captación entre los miembros más jóvenes de la congregación religiosa granadina. Repudiaba los valores y principios de la Constitución, ya que la consideraba contraria a su interpretación de la "ley de Dios"y propugnaba la firme aplicación de la Sharia (la interpretación más rigorista de la ley islámica).

--En abril, el expulsado fue el presidente de la Unión Islámica de Imanes y Guías de España, Alaa Mohamed Saíd, que residía en Logroño, por ser «una amenaza real para la seguridad nacional» como difusor de la doctrina «salafista-wahabí». Era un ferviente defensor de los postulados islamistas que promueve la no integración de los musulmanes en sociedades de acogida y criticaba activamente los valores democráticos occidentales, alegando que son una mala fuente de formación y educación para los jóvenes. Es miembro de los Hermanos Musulmanes y mantenía vínculos con otros componentes de este grupo islamista en Egipto, España y el Golfo Pérsico, para los que recogía fondos.

--En marzo, la Policía Nacional expulsó del territorio español a Yassine Lafraiki, ciudadano marroquí e imán de 33 años por ser un predicador de ideología salafista-wahabí. En este caso, volvió a salir a relucir la citada ONG Revival of Islamic Heritage Society (RIHS). Al parecer, le facilitaron dinero para construir un centro islámico en Corella (Navarra), cuyas obras quedaron paralizadas.