Los muertos que el PSOE no quiso ver en la frontera

Muertos se han producido, lamentablemente, en varias ocasiones en las fronteras de Ceuta y Melilla por los intentos, en grupos que a veces eran de centenares, de inmigrantes desesperados por su situación económica. Ha ocurrido hace algunos días pero también pasó durante la anterior legislatura, si bien la postura del primer partido de la oposición entonces, el PP, fue diametralmente diferente a lo que acaece en la actualidad.

- Septiembre de 2005

Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, en esa fecha se produjeron cinco muertos en el vallado de Ceuta, dos por disparos directos, con orificios de entrada y salida (cayeron en zona española y por la trayectoria de los proyectiles y la munición fueron disparados desde el vecino país) y los otros, al parecer, por la avalancha u otras circunstancias. La situación era realmente preocupante y el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero ordenó que casi medio millar de miembros de la Legión ayudaran a patrullar los vallados de ambas Ciudades Autónomas y evitar incidentes. La actitud del PP fue exquisita y de colaboración por la singularidad de Ceuta y de Melilla. La vicepresidente María Teresa Fernández de la Vega compareció en varias ocasiones para informar de lo ocurrido y sus explicaciones fueron aceptadas.

- 3 de julio de 2006

En ningún momento, como quedó acreditado, también durante el Gobierno socialista, en que se produjeron muertes en Melilla (tres similares a las cinco de Ceuta, por disparos desde el lado marroquí, esta vez el 3 de julio de 2006), se puso en cuestión la actuación de las Fuerzas de Seguridad, en concreto de la Guardia Civil que,como ha ocurrido ahora, nada tenía que ver con aquellos fallecimientos sino era para evitarlos y socorrer a los heridos. La actitud del PP continuó de aceptación de las explicaciones y de colaboración con el Gobierno en tema tan delicado. El asunto de Ceuta, según las citadas fuentes, se ha politizado hasta extremos nunca conocidos en un problema tan candente como es el de la inmigración y el de la particular situación de Ceuta y Melilla, hasta el punto de ignorar que las lanchas semirrígidas de la Guardia Civil no llevan material antidisturbios y difícilmente pueden lanzar bolas de goma a personas en el agua. En todos los casos se trata de auxiliarlas si los agentes se aperciben que tienen problemas. Por lo que respecta a las pelotas de goma, han sido utilizadas cuando ha sido necesario, dentro de las normas reglamentarias, para evitar la entrada masiva de inmigrantes en Ceuta o Melilla.

- 23 de junio de 2005

Según se recoge en informes internos de la Guardia Civil, el 23 de junio de 2005, un número indeterminado de subsaharianos intentaron saltar la valla fronteriza en la zona de Mariguari de Melilla. Eran las dos de la madrugada cuando unos 250 de estos inmigrantes intentaron entrar, con un alto de grado de resistencia y violencia, a España saltando el vallado que ya contaba con la concertina (que ha sido objeto de polémica en los últimos meses) pero que no había sido subido de altura (tenía tres metros y se estaba previsto hasta los seis).

Se dio la circunstancia que fuerzas de la Legión realizaban ejercicios nocturnos en las proximidades, y sin hacer uso de sus armas, colaboraron con la Benemérita. Los agentes de la Guardia Civil, que lograron detener a unos 80 inmigrantes, «se vieron obligados al empleo de material antidisturbios, mediante las defensas personales y el lanzamiento de unas 100 pelotas de goma», según recoge uno de esos informes. Es decir, que las pelotas de goma se utilizaban ya entonces y se hacía, como ahora, de forma reglamentaria. La pelota es lanzada gracias a un proyectil de proyección desde un fusil con bocacha que no forma parte de la dotación de todos los guardias, sino que está asignado a las patrullas que vigilan los vallados y que, al terminar sus turnos, se los pasan a los que llegan. No se trata por lo tanto de armas con munición habitual, sino simplemente de lanzamiento, ya que los agentes de la Benemérita no cuentan entre su armamento reglamentario con este tipo de fusiles sino con pistolas. En aquel incidente, que dio mucho que hablar, la presencia de la Legión desconcertó a los inmigrantes, muchos de ellos regresaron a territorio marroquí. Tampoco consta que el partido de Mariano Rajoy se pusiera a disposición del relator de la ONU, cuando hizo una solicitud de los procedimientos abiertos en España como consecuencia de fallecimientos de personas que habían intentado entrar ilegalmente en España, entre ellas las ya citadas por disparos. Se guardó la lógica prudencia y el Gobierno ofreció las correspondientes explicaciones que, a la vista de los resultados, fueron aceptadas.

- 8 de septiembre de 2005

Ese día se produjo un incidente en la zona de Aguadú, en Melilla (acantilados de la zona norte de la ciudad). Se detectó la presencia de un grupo de inmigrantes que trataban de entrar en España. Ante la imposibilidad de hacerlo, se marcharon y dejaron a seis de sus compañeros, abandonados y heridos. Los agentes de la Benemérita se aprestaron inmediatamente a socorrerlos y a dos, uno de los cuales se encontraba en estado de coma al haberse caído por un acantilado, los trasladaron a un centro sanitario de la ciudad.