Los nacionalistas se descuelgan del pacto

Unos hablan de soledad (la que otorga, en todo caso, la suma de 296 de los 350 diputados); otros, de un intento de blindar el cuestionado bipartidismo. El caso es que PP y PSOE fracasaron ayer en un intento de sumar apoyos a su posición común ante Europa. Fueran las formas o fuera el fondo lo que llevó primero a CiU y después al resto de partidos a plantar a los grupos mayoritarios en una reunión convocada para sumarse al acuerdo alcanzado el miércoles en conversación telefónica entre Rajoy y Rubalcaba, PP y PSOE seguirán adelante. De hecho ayer registraron su texto sin más firma que la de Alfonso Alonso y Soraya Rodríguez, si bien abrieron la puerta a que el resto haga sus aportaciones, vía enmienda, en el trámite parlamentario de la proposición no de ley, que se votará el día 25.

La mañana fue trepidante en el Congreso, pese a que la agenda anunciaba una foto de familia con PNV, CiU y UPyD, ya que la Izquierda Plural se había desmarcado con anterioridad, y también parte del Grupo Mixto. El primero en anunciar el plante fue Josep Antoni Duran Lleida, que creyó haber sido expulsado de una negociación a dos bandas y que el texto había sido cerrado sin su participación. Alonso y Rodríguez intentaron recomponer la confianza y sondear si aún era posible un texto con su concurso. Durán rechazó la oferta y el PNV hizo ídem. UPyD se subió al carro de los ofendidos y siguió la estampida. Se suspendió la reunión y PP y PSOE pusieron rumbo al registro para poner el sello a su proposición no de ley.

Más tarde se sucedieron las versiones: que si todo fracasó porque Rubalcaba la noche anterior afirmó a la SER que el acuerdo estaba cerrado; que si la culpa era de Soraya Rodríguez y su afán de protagonismo; que si el desprecio a las minorías había sido el motivo; que si han suspendido la cita sólo por el «no» de Duran; que si todo ha sido una guerra de egos...

Sea como fuera, los portavoces del PP y el PSOE en el Congreso han prometido negociar con «talante generoso» y «altura de miras» para lograr que la posición común ante el Consejo Europeo recabe el día 25 el mayor consenso posible. Lo dijeron en una rueda de prensa conjunta, tras desconvocar la reunión en la que tenían previsto tratar el contenido del acuerdo con CiU, PNV y UPyD. Eso sí, invocaron su aplastante mayoría, «el 85 por ciento de los diputados», pese a que dijeron que «no es tarde» para incorporar a otras fuerzas políticas y así fortalecer aún más la posición de España ante el Consejo Europeo.

Más allá de invocaciones, el texto empieza ahora el camino de la tramitación y es probable que el «festival» de ayer no se repita el día 25, cuando se vote la proposición no de ley. No en vano, PNV y CiU están de acuerdo con su contenido, pese a que querían introducir alguna adenda. ¡Vaya tropa!, que diría el presidente del Gobierno.