Elecciones generales

¿Unas terceras elecciones?

Andrea Levy, Carolina Bescansa, Inés Arrimadas y Margarita Robles, moderadas por Vicente Vallés en Antena 3, no dejaron claro que el 26-J pueda ser definitivo.. Los pactos volvieron a marcar un duelo intenso. El valor de lo logrado frente a los deseos de cambio y las líneas rojas fueron protagonistas.

Las cuatro participantes con el moderador
Las cuatro participantes con el moderadorlarazon

Andrea Levy, Carolina Bescansa, Inés Arrimadas y Margarita Robles, moderadas por Vicente Vallés en Antena 3, no dejaron claro que el 26-J pueda ser definitivo.

Primer duelo a cuatro femenino ante unas elecciones, las del próximo 26 de junio, que en el debate organizado anoche por Antena 3 Televisión no quedó claro vayan a ser las últimas a corto plazo. Lejos de desechar semejante escenario, las representantes de los principales partidos políticos no se comprometieron a que pueda evitarse si el bloqueo negociador para la formación de gobierno siguiese siendo el mismo que impidió formar un Ejecutivo tras el 20 de diciembre.

Carolina Bescansa (Unidos Podemos), que basó su discurso en «el cambio», dijo que aunque ganasen las elecciones «será necesario ponernos de acuerdo con el PSOE» y reconoció que «hay que ser cautelosos con las encuestas». Para Andrea Levy (PP), los sondeos y los datos demuestran que el PP sigue siendo la fuerza favorita y «Mariano Rajoy va a seguir ofreciendo ese proyecto político de futuro». La líder popular invitó a desechar las «líneas rojas» y los «sectarismos» y apoyó su parlamento en el empleo, el creado esta legislatura y en el futuro, mientras que Inés Arrimadas (Ciudadanos) opinó que cuanta más fuerza tenga su partido «más garantías habrá de un gobierno de cambio». La más veterana, Margarita Robles (PSOE), aventuró que Ferraz sale «a ganar, pese al CIS, los pactos ya los veremos», y consideró que su partido es el que mejor puede resolver los problemas de España. En su opinión, Pedro Sánchez «ha hecho un esfuerzo enorme para que haya un Gobierno y al final van a recompensar eso».

La vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, expresó su «satisfacción» con la creación de empleo que experimenta España, algo que el PSOE y Podemos consideran «una falta de respeto» para los españoles que están sufriendo la crisis. En el bloque económico, Levy explicó que España está creando empleo como Alemania y que «donde antes había paro, ahora hay ocupación». Sin embargo, tanto la número dos del PSOE por Madrid como la podemita Bescansa remarcaron que lo que se crea es «empleo precario», por lo que no entienden la satisfacción del PP. «Donde antes había empleo fijo, ahora hay cuatro empleos y mal pagados –subrayó Robles–. ¿Cómo se pueden sentir satisfechos? Es una absoluta falta de respeto a la ciudadanía española». «No me cabe en la cabeza que alguien pueda estar satisfecho», añadió Bescansa. Como alternativa, apostó por impulsar la «inversión pública», ya que «el sector privado no está capacitado para ser motor de arranque» del país.

Robles coincidió en que la política económica de Rajoy «ha sido nefasta» porque «están esquilmando» el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, han deteriorado el Estado de Bienestar e incluso ya se «amenaza con más recortes», pero indicó que la solución no puede ser el programa de Podemos que, en su opinión, «va a hundir más a la clase media». «Quieren negar la recuperación quienes negaron la crisis», replicó Levy, defendiendo el «trabajo arduo, con responsabilidad», del PP frente a la etapa socialista, que puso en riesgo las pensiones. La líder de C’s en Cataluña, Inés Arrimadas, sentenció que PP y PSOE han aplicado las mismas políticas económicas y el mismo modelo laboral fracasado.

En el bloque territorial, sólo Podemos dejó claro que no renuncia a la celebración de un referéndum en Cataluña, mientras que la corrupción fue también arma arrojadiza entre las cuatro contendientes. Levy rechazó el pasado reciente y reivindicó las medidas emprendidas desde el PP. Arrimadas nombró a Rita Barberá y el «caso Bárcenas» y Bescansa las «puertas giratorias». Robles apostó por «medidas preventivas» para evitar el delito.