Guerra en Afganistán
Los talibanes dicen que el atentado no iba contra España
Los talibanes negaron hoy que la embajada española fuese el objetivo del ataque lanzado el viernes contra una vivienda anexa a la misión diplomática en Kabul y aseguraron que atacaron el edificio porque era utilizado "por americanos y británicos"para intercambiar información de inteligencia.
Los talibanes reiteraron ayer que el objetivo del ataque suicida no era directamente la embajada de España en Kabul, sino la casa de huéspedes anexa a la legación diplomática, como ya habían afirmado el pasado viernes. «España es uno de los países invasores y sus soldados están luchando en nuestro país, por lo que están entre los objetivos. Pero particularmente este ataque no estaba planeado ni fue perpetrado contra la embajada española o sus diplomáticos», aseguró en un mensaje el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.
El portavoz insurgente puntualizó que el comando suicida atacó el hostal porque era utilizado «por americanos y británicos» para intercambiar información de inteligencia. Mujahid agregó que «si ahora los españoles están conectados a la casa de huéspedes con su embajada es cosa suya», e insistió en que su formación atacó el edificio «bajo el nombre de una casa de huéspedes usada por espías de países invasores». Según el portavoz talibán, los «espías» extranjeros usaban la casa, situada «al lado» de la embajada, para hacer «planes».
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Interior afgano, Sediq Sediqqi, confirmó que el hostal atacado «pertenece» a la embajada española, al igual que el jefe del Departamento de Investigación Criminal de la Policía de Kabul, Faraidoon Obaidi. En el edificio que fue «directamente» asaltado residían los «guardias» de la misión diplomática, confirmó Obaidi, al aclarar que las «partes de la embajada donde se hospedaban el embajador, su número dos y los diplomáticos no fueron atacadas».
Sea cual fuera el objetivo del ataque, dos miembros de la Policía que prestaban servicio en la embajada de España y cuatro agentes afganos fallecieron en el ataque terrorista del pasado viernes. El atentado suicida, el más grave en los dos últimos años en la capital afgana, ha puesto en jaque al gobierno del presidente Ashraf Ghani, que ha prometido traer la paz a un país en guerra desde hace tres décadas.
Ghani anunció, horas antes del trágico suceso en la embajada, que esperaba iniciar en breve el dialogo con los insurgentes en aras a un acuerdo de paz. Pero la dura realidad se ha antepuesto a sus aspiraciones y ayer las fuerzas de seguridad afganas llevaron a cabo una operación que se saldó con la muerte de 19 milicianos talibán en el distrito de Ab Band, provincia de Ghazni, al sur de Kabul.
El vicegobernador de Ghazni, Mohammad Ali Ahmadi, explicó que los terrorista abatidos tenían armamento ligero y pesado y tenían intención de atacar el distrito de Qara Bagh, según declaraciones recogidas por la agencia de noticias afgana Jaama.
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